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¿Cómo lograr que el cambio de hora no afecte el rendimiento escolar?
De acuerdo con la opinión de expertos, hay que considerar el período de adaptación, manejar los cambios de horario y las rutinas después de las clases.
Jueves 4 de abril de 2019
Este sábado se producirá el cambio de hora para casi todas las regiones del país, con excepción de Magallanes. El reloj se atrasará una hora, eso quiere decir que cuando sea la medianoche, habrá que anteceder a las 23.00 horas. Esto nos beneficiará con la llamada “noche más larga del año”. No obstante, para algunos este cambio puede producir algunos inconvenientes, particularmente en los escolares.
¿Cómo retomar la semana sin que existan cambios negativos? ¿Cómo ayudar a los niños para que no se vean afectados en su rendimiento escolar?
Según comenta la psicóloga especialista en neurociencias, académica de la carrera de Pedagogía en Educación Diferencial en la Universidad San Sebastián, Daniela Muñoz, es esperado que los primeros días exista mayor cansancio y dificultades para dormir y despertar en los niños, al igual que sucede con los adultos al intentar adaptarnos a la rutina una hora adelantada.
“Lo principal es considerar que existe un periodo de adaptación al ritmo escolar luego de cualquier cambio en la rutina, por esta razón, es importante empezar a reorganizar los horarios y ritmos de sueño y alimentación de manera paulatina”, señala la docente USS.
Sin duda que levantarse “una hora antes” requiere de un cambio de hábito. “Los cambios de horario siempre generan consecuencias en los ritmos biológicos, por lo que es esperado que la primera semana aparezcan síntomas como somnolencia por las mañanas, dolores de cabeza, dificultades para conciliar el sueño por las noches, entre otros; pero todos estos síntomas debieran ir desapareciendo luego de las primeras semanas de adaptación”, explica la académica de la Facultad de Ciencias de la Educación.
La profesional agrega que "es importante que los momentos de estudio y de realización de tareas sean los adecuados para que este pequeño cambio de rutina no afecte en el rendimiento escolar. En muchas ocasiones, los padres ayudan a sus hijos a hacer actividades escolares después de su trabajo e incluso después de cenar, lo que en general no es lo más recomendado. Lo ideal es que exista un tiempo de desconexión después del colegio, que realice las tareas antes de cenar y mantenga un tiempo prudente de tranquilidad entre la cena y antes de irse a dormir, esto ayuda a conciliar mejor el sueño”.