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Precauciones para evitar accidentes y enfermedades en piscinas
Cuando llega la temporada de piscinas no sólo existe el riesgo de sufrir asfixia por inmersión y otro tipo de lesiones por caídas y golpes. También está la posibilidad de adquirir infecciones gastrointestinales, urinarias, conjuntivitis u otras enfermedades debido a la contaminación del agua.
Viernes 15 de diciembre de 2017
Ingrid Toro, académica de la Facultad de Enfermería de la U. San Sebastián explica que es importante tomar algunas medidas para evitar infecciones, pero también advierte del uso adecuado del cloro en piscinas, porque un mal cálculo, puede provocar desde enrojecimiento y picazón, en piel y ojos, así como irritación en las vías respiratorias o intoxicación grave.
Menores de 2 años
- Evitar que lactantes menores de 2 años que no controlan esfínter sean expuestos al agua de piscinas, ya que pueden presentar deposiciones, contaminando el agua del recinto con microrganismos y ocasionar diarreas e infecciones del tracto urinario a otras personas.
- Si se va a exponer a un bebé al agua, se debe hacer un aseo corporal previo y bañarlo por tiempos cortos. Luego darles otro baño para retirar de la piel el agua con cloro.
- Si usa piscinas inflables, el agua debe ser eliminada apenas el bebé salga de la piscina, ya que el agua estancada es cultivo de gérmenes y microrganismos. Cuidado si la va a desinfectar porque algunos productos son muy fuertes y pueden causar irritación en ojos, boca, genitales y piel a los más pequeños, favoreciendo las infecciones.
- Es recomendable cambiar el traje de baño apenas salga de la piscina. La idea es que el niño siempre esté seco y limpio.
Niños y adultos
- Es aconsejable tomar una ducha corta antes y después de bañarse en la piscina para eliminar los microrganismos por arrastre y quitarse los restos de cloro que pueden causar irritación en la piel y mucosas.
- Otra de las infecciones comunes en esta temporada es la conjuntivitis. Para ello se aconseja el uso de lentes de agua o evitar que los niños se sumerjan constantemente en la piscina.
- Los hongos de los pies también son una afección frecuente. Por lo mismo hay que evitar pasearse sin zapatos en zonas con agua aledañas a la piscina y en las duchas. La clave es mantener los pies secos una vez fuera de la piscina, ya sea con sandalias de goma u otro material como algodón o cuero.
- Evitar el intercambio de chalas y toallas.
- En lo posible instalar en la piscina de la casa un filtro para mantenerla limpia, usando además de forma periódica desinfectante.
- Respetar la indicación de cantidad de desinfectante por litros de agua, ya que si le coloca de más puede provocar alteraciones en la salud y si le coloca de menos no habrá desinfección.
Seguridad en casa
Otro aspecto importante es la seguridad, sobre todo de las piscinas en casa. “La decisión de tener una que sea de cualquier tamaño y profundidad tiene que ser de manera responsable cuando hay presencia de niños, ya que ellos por su curiosidad y necesidad de explorar corren el riesgo de sufrir caídas”.
“Cuidado al pensar que la piscina es pequeña, de acuerdo al tamaño del niño, ya que cualquier persona sólo requiere estar con su vía respiratoria bajo el agua para tener complicaciones por la falta de oxígeno. Ya que al permanecer las vías respiratorias un periodo de tiempo bajo el agua, independiente de la profundidad, implica menor oxigenación para el organismo lo que puede traer consecuencias fatales para quien se ve expuesto a esta situación”, indica la enfermera.
Asimismo, explica que hay medidas de seguridad tales como rejas, alarmas de diferentes tipos, las cuales pueden servir, pero “no olvidemos que los niños trepan y esta situación es muy atractiva para ellos, por lo que podrían caer en el agua de diferentes formas”.
Vigilancia
- No permitir que corran o jueguen alrededor de la piscina.
- Evitar tener objetos atractivos para los niños cerca de la piscina como alimentos o juguetes.
- No pensar que otra persona está cuidando a su hijo, esto principalmente en paseos de fin de año.
- Permanecer junto a él aunque sepa nadar.
- El uso de flotadores es aconsejable, pero no puede confiar la seguridad de su hijo a este implemento.
- Si ocurre la caída de un niño en la piscina, lo primero es sacarlo del agua rápidamente, pero con seguridad y calma.
- Observar si el niño respira, si no lo hace se asume que está en paro cardiorrespiratorio, por lo que hay que avisar de inmediato al servicio de urgencia (SAMU 131). Junto con esto, de inmediato comenzar con masaje cardiaco, comprimiendo en el centro del tórax.
- Lo recomendable es que todas las personas tengan conocimiento de reanimación cardiopulmonar básica, ya que podrán actuar de forma segura y eficaz frente a situaciones de compromiso vital.