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Cuidemos a nuestros niños
Un niño necesita estabilidad, claridad, certeza de que alguien lo cuida y se preocupa por él; debemos decirles lo importantes que son, porque el refuerzo positivo y la socialización son fundamentales para su autoestima.
Miércoles 5 de septiembre de 2018
¿Cómo no estremecerse ante la noticia del suicidio de un niño? Ante esta realidad nadie debiera sentirse ajeno ni pensar que no tiene algo por hacer, pues muchos somos padres, trabajamos con niños, tenemos un amigo que los tiene, en fin, es un tema del que debemos hacernos cargo, sin siquiera pensar de quién es la responsabilidad. Todos debemos cuidar a nuestros niños.
Primero considero importante reflexionar sobre los tiempos que estamos viviendo, una sociedad individualista, competitiva, que exige a nuestros niños ser los mejores, destacar por sobre los demás, jornadas de colegios extensas, exigencias que los preparan para una sociedad que seguirá siendo más competitiva y para un sistema capitalista instalado.
En este contexto, los invito a leer a Zygmunt Bauman, sociólogo, filósofo y ensayista polaco, quien nos habla del término modernidad líquida, entendida como algo en constante cambio, que no mantiene forma alguna, transitoria. Nuestra sociedad está marcada por el individualismo, nuestras relaciones son cada vez más precarias, poco duraderas, relaciones desechables y volátiles, la familia como pilar fundamental ha cambiado, hay diferentes tipos de familias, no digo malas ni buenas sino diferentes. La incertidumbre es algo con lo que convivimos a diario, incertidumbre en los trabajos, en la salud, en las relaciones.
Es en este escenario y con todo lo que implica que, como adultos, debemos hacernos cargo de nuestros niños. No permitir que en esta modernidad líquida las relaciones y las emociones que entregamos a los niños sean desechables, por el contrario. Un niño necesita estabilidad, claridad, certezas, certeza de que alguien lo cuida y se preocupa por él, debemos decirles lo importantes que son; el refuerzo positivo y la socialización son fundamentales para su autoestima, que aprendan a manejar su frustración, que sepan relacionar sus acciones con consecuencias, que sean responsables.
Debemos permitirles que expresen sus emociones y sentimientos, nada de malo tiene llorar o estar triste, dar la confianza necesaria para que sepan que siempre pueden contar con alguien. Todo esto puede parecer obvio, pero es demasiado importante transmitirlo, decirlo, comunicarlo, cara a cara. Busquemos los momentos, menos televisión, menos celular, más música, más baile, más juego, más risas, más sol. Los adultos no debemos dejar de jugar, entendiendo que dedicamos muchas veces calidad y no cantidad de tiempo, escuchemos sus historias, siempre tienen algo que contarnos. Nadie ha dicho que sea fácil, es un aprendizaje que mejoramos en el siguiente intento. Es importante reflexionar, hablar y poner en práctica estas ideas.