Es indudable que el avance tecnológico en las últimas décadas ha sido exponencial, dejando incluso casi al límite a la Ley de Gordon Moore, que predijo el año 1965 que el número de transistores por pulgada se duplicaría cada 18 meses, llegando a chips del orden de nanómetros. Todo esto ha permitido un desarrollo tecnológico no solo en el área de la computación, sino que también en ámbitos tan variados y complejos como la salud.

Es así como en el área de la imagenología se han desarrollado avances notables tanto en hardware como en software, con tecnologías que utilizan energías tan diversas como son los rayos X, el ultrasonido y los campos magnéticos, entre otros, los cuales generan imágenes o datos que nos permiten entregar resultados y diagnósticos cada vez más precisos en beneficio de todos los pacientes.

Del mismo modo, el desarrollo en las comunicaciones ha permitido que muchas de estas tecnologías que se han ido incorporando, con un gran esfuerzo en lugares alejados de nuestro extenso país, no queden sin uso porque no se cuente con especialistas capacitados en la interpretación de los datos obtenidos con estas nuevas tecnologías diagnósticas, sino que toda esta información puede ser visualizada, analizada e interpretada por especialistas y expertos, los cuales pueden estar a cientos o miles de kilómetros del lugar donde se realizó el estudio. Todo esto gracias a la posibilidad de la transmisión de una gran cantidad de datos a velocidades muy elevadas, que en algunas situaciones permiten entregar una respuesta o diagnóstico oportuno a esos casos que la urgencia amerite. Todo esto se ha logrado gracias al desarrollo en las telecomunicaciones o la Telemedicina, ya presente y desarrollada en nuestro país.

En relación a la formación de los profesionales operadores de estos equipamientos de imagenología, como son los Tecnólogos Médicos, ésta se ha complejizado, primero, por este desarrollo tan acelerado de la tecnología, y segundo, por la falta de preparación adecuada en la práctica. Si se entiende que el aprendizaje significativo de los estudiantes se logra mediante "el hacer", la práctica con esta tecnología avanzada se ha visto limitada, sobre todo desde la puesta en vigencia de la Ley 20.584 sobre Derechos y Deberes del paciente, en la cual un alumno no puede realizar estos exámenes complejos a los pacientes, lo cual no permite desde el punto de vista académico el "aprender haciendo".

Bajo esta premisa es que en la Universidad San Sebastián, específicamente en la mención de Imagenología de la Escuela de Tecnología Médica, presentamos un proyecto al Programa MECESUP, del Ministerio de Educación, con fondos del Banco Mundial, el cual fue seleccionado entre otros de muchas universidades chilenas, tanto públicas como privadas. El proyecto consiste en la creación y diseño de software hechos a medida, y por lo tanto, la posibilidad de desarrollar ambientes virtuales de aprendizaje en estas tecnologías avanzadas en Imagenología. Todo ello con la finalidad de que nuestros estudiantes se capaciten en estos ambientes virtuales, permitiendo el proceso de ensayo-error en un ambiente protegido, sin causar complicaciones a pacientes reales.

De paso, se logra el objetivo de que nuestros estudiantes logren un aprendizaje significativo y, por lo tanto, una vez que se vean enfrentados a un ambiente real tendrán las herramientas para desenvolverse en forma adecuada.

El desarrollo de la realidad virtual es considerada una herramienta muy poderosa para lograr aprendizajes a nivel académico, lo que se comprueba al observar que el tema principal de desarrollo como avances tecnológicos en la reciente Mobile World Congress, realizada hace un par de semanas en Barcelona, España, fue precisamente la realidad virtual.

Esto permite, a esta escala, que los profesionales formados en las Universidades en carreras del área de la Salud puedan empoderarse adecuadamente con los avances tecnológicos actualizados y entregar una atención más confiable, segura y eficaz en el área clínica.

Este proyecto es innovador dentro de las universidades chilenas y estamos convencidos que el impacto que esto generará en el aprendizaje de los futuros profesionales llevará a replicar este modelo de simulación virtual en imagenología, en otras casas de estudios.