A nivel mundial, el cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en la mujer y en Chile ocupa el segundo lugar. Presentamos un envejecimiento de la población lo que ha influido en las tasas de esta enfermedad, donde el aumento se ha producido en edades mayores de 50 años y especialmente sobre 60, que corresponde a los tramos de edad que han aumentado en la población. El incremento en la última década ha sido de 35% en nuestro país.

El cuerpo es una parte importante de nuestra identidad. Así cada persona atribuye valor a la integridad e indemnidad de éste, el que influye en la forma como se enfrenta ciertas enfermedades, cirugías o extirpaciones. Esta valoración se relaciona tanto con las funciones biológicas del órgano afectado como con la autoapreciación personal. Las mamas desempeñan varias funciones interrelacionadas, donde en la cultura occidental cualquiera que se vea afectada, influye en esta percepción personal hacia este órgano. La mama cumple la función alimenticia, ya que produce uno de los alimentos más ricos en propiedades nutricias, el que se suministra principalmente a través del período de la lactancia; la función psicológica del amamantamiento, ya que a través de éste se favorece el apego, el vínculo y la entrega de afecto al hijo/a; función identificatoria del sexo femenino, ya que el desarrollo mamario marca la diferencia corporal hombre mujer, constituyendo para el sexo femenino según diversos estudios, uno de los caracteres sexuales secundarios más significativos y un símbolo esencial de femineidad; función erógena tanto para el hombre como para la mujer, representando una de las fuentes más importantes de gratificación afectivo-sexual.

En virtud de esto es que el cáncer de mama supone una situación de estrés en las mujeres que lo padecen pues si deben afrontar una cirugía radical, deben adaptarse a los cambios referidos a su imagen corporal y a los sentimientos y actitudes que esto conlleva, por esta importancia en el ámbito de la maternidad, de la sexualidad y del atractivo físico que la mama tiene en nuestra sociedad. Por esto, con los avances terapéuticos en el manejo del cáncer de mama, además de perfeccionarse la técnica de la mastectomía o extirpación mamaria, se ha explorado técnicas conservadoras del órgano y la cirugía reconstructiva ha ido ocupando un lugar fundamental en el manejo del cáncer de mama.

En la mayoría de las mujeres con cáncer de mama se emplea algún tipo de cirugía. Dependiendo del tipo de cáncer de mama, edad de la mujer, su localización, tipo de células involucradas, se puede considerar la extirpación del tumor o una parte de la mama, lo que se denomina cirugía conservadora. Esta técnica suele ir acompañada de radioterapia u otro tratamiento complementario. En otros casos, se considera la extirpación completa de la mama mediante la mastectomía, lo que involucra la glándula, gran parte de piel de la pared torácica y nódulos. Puede considerarse en una o las dos mamas, dependiendo de los antecedentes de la mujer y curso de la enfermedad.

En muchos casos, la secuela física inmediata y permanente de una mastectomía, dependiendo en el contexto en que se realizó y si fue uni o bilateral, es la mutilación. Ésta origina diferentes conflictos, dependiendo el sentido que la mujer le dé a la mama. A través de relatos de mujeres mactectomizadas, en una investigación de Pires & Norbe, se encontró que los senos expresan erotismo, sensualidad y sexualidad, y que esta concepción es valorada por las mujeres de manera significativa. De ahí que frente a la pérdida de una mama, se evidencian consecuencias psicológicas que repercuten de manera drástica en la autoimagen. En otros estudios se ha demostrado que mientras mayor es esta deformidad física y visual, es más alta la probabilidad de que se desarrollen problemas psicológicos y de adaptación social. Tan importante es esta percepción de mutilación, que incluso puede influir en el cumplimiento de las recomendaciones e indicaciones médicas así como en el seguimiento del plan terapéutico.

Todos los procedimientos quirúrgicos para el cáncer de mama pueden asociarse a diferentes efectos secundarios que de una u otra forma afectan la calidad de vida de la mujer. Cirugías conservadoras ofrecen una mejor imagen corporal para algunas mujeres, sin embargo para otras, pueden asociarse a más ansiedad y mayor temor de recurrencia del tumor. Por el contrario, cirugías radicales dan más tranquilidad en algunos casos, mientras que en otros puede representar una grave alteración de la imagen corporal que, genera un problema de autoestima y conduce a trastornos psicológicos que impactan en la calidad de vida. Se ha observado que la mastectomía inicialmente tranquiliza a la mujer por la idea liberadora de que todo tejido maligno fue extraído, pero luego se aprecian reacciones de depresión y ansiedad, preocupación por la imagen corporal, disminución de la capacidad atencional, aumento de la introversión, modificaciones de las relaciones familiares, sexuales, sociales y profesionales,

La mujer a la que se le diagnostica un cáncer de mama se encuentra, de pronto, ante una situación nueva e inesperada, siente temor a una muerte prematura, teme a la cirugía y teme a tener que enfrentarse a una vida que será distinta. Las tasas de supervivencia para el cáncer de mama han incrementado significativamente, sobretodo en mujeres jóvenes, por lo que la mejora en esta calidad de vida es una prioridad. Hace algunas décadas frente al cáncer de mama en etapas iniciales el manejo era radical, hoy, no sólo se analiza el tipo de lesión en aspectos biológicos, clínicos, moleculares, sino que el perfil de la mujer influye en algunos casos en las decisiones terapéuticas y así definir ¿qué tipo de cirugía se realizará?, ¿habrá apoyo de una terapia adyuvante? Y en definitiva ¿qué tipo de terapia es la más adecuada? Así, es fundamental una adecuada información y apoyo del equipo de profesionales que acompaña a la mujer y a la familia. La integridad corporal es amenazada tras el diagnóstico de cáncer, por lo que mantener un siempre frágil equilibrio es importante y significativo.