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La transformación de la familia y el rol de los padres
En Chile, cada día se incrementa el número de hogares encabezados por una mujer como proveedora y jefa de hogar. Así también ha aumentado el número de familias uniparental, donde sólo se observa la estructura madre e hijos/hijas. Estos cambios, sin duda han llevado a redifinir la paternidad y cómo la ejercen los hombres hoy, donde se observa una diversificación de la manera de asumir el rol parental.
Miércoles 22 de junio de 2016
En el último siglo, se ha observado importantes variaciones en la estructura y tipos de familia de la cultura occidental, las que sin duda han incidido en el rol que le corresponde al padre en esta entidad. De una autoridad paterna con deberes económicos y de provisión clásicos que se mantuvo durante mucho tiempo, hoy experimentamos una familia de tipo relacional, donde tanto la mujer como el hombre pueden cumplir este rol de provisión en forma conjunta.
Algunos estudios antropológicos señalan que la familia experimenta hoy: desorden, incertidumbre y reinvención, ya que está alejada tanto social como jurídicamente a lo que hasta ahora estaba establecido. Es más, si bien se observa socialmente una redistribución de los roles sexuales y una aparente aceptación de equidad de género, más bien los expertos señalan que lo que ha acontecido dentro del seno familiar, es una resistencia a esta disolución del carácter cultural de las funciones maternales y paternales, lo que en algunos casos ha incrementado la violencia doméstica.
En Chile, cada día se incrementa el número de hogares encabezados por una mujer como proveedora y jefa de hogar. Así también ha aumentado el número de familias uniparental, donde sólo se observa la estructura madre e hijos/hijas. Estos cambios, sin duda han llevado a redifinir la paternidad y cómo la ejercen los hombres hoy, donde se observa una diversificación de la manera de asumir el rol parental.
No obstante, más allá de esta revolución cultural, todas las investigaciones señalan, que la participación temprana de los padres con sus hijos/as se relaciona con un mejor desarrollo cognitivo y socio-emocional de los niños/as. Y, la ausencia paterna independientemente de sus causas, produce efectos generales adversos en el desarrollo de ellos/ellas. Así, la ausencia paterna se relaciona, más que con la presencia física del padre, con la ausencia en la relación psicoafectiva con el hijo/hija. De ahí, que si bien hay niños o niñas que pueden vivir con ambos progenitores, no se relacionan afectivamente con su madre y/o madre, pues no está este vínculo crucial en los primeros años de vida.
Es más, la influencia paterna en la crianza es tan importante como la materna, que algunas investigaciones indican que cuando existe una pérdida parental precoz o temprana, y nadie que represente este rol de padre en la crianza del hijo/hija, puede repercutir posteriormente en inhibiciones o conflictos no sólo en el plano del género e identidad sexual, sino también en el proceso creativo y laboral de la vida adulta de las personas.
En Chile, durante la última década, se han implementado el programa “Chile crece contigo” que han promovido la participación del padre durante el embarazo y nacimiento de sus hijos/as. Asimismo, se ha implementado la Ley de Postnatal Parental N° 20.545 que permite al padre hacer uso de semanas de descanso posparto para fortalecer la crianza. Sin embargo, desde la implementación de la ley, no se supera 0.2% de adhesión masculina al beneficio. Si bien, las diferencias salariales que vivencian las mujeres y hombres es una razón importante para no optar por éste, diversos estudios señalan que la cultura laboral en la que están insertos los varones, donde la validación y el prestigio profesional puede verse vulnerado frente la opción de participar en la crianza directa del hijo/hija incide en la decisión de asumir algunos beneficios como este descanso posnatal.
Vivimos un proceso de transición en aspectos culturales de maternidad, paternidad y tipos de familia, la invitación es a fortalecer las relaciones de afecto, e ir generando este modelo de paternidad más cercano y participativo.