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Tabaco tiene nocivos efectos en vida sexual y reproductiva
El hábito de fumar es un grave problema sanitario y social que afecta negativamente a mujeres y hombres. La mortalidad de la población chilena atribuible al consumo de tabaco se ha incrementado desde 1985.
Miércoles 28 de enero de 2015
El impacto del tabaco en la salud sexual y reproductiva tiene evidencias sólidas. En los hombres, los efectos se han centrado en la reproducción, asociadas a la función testicular y la espermatogénesis: alteraciones en la cantidad y calidad de los espermatozoides, así como mutaciones que pueden causar un resultado adverso de la gestación si ocurre la fertilización del óvulo. En la función sexual, se han observado alteraciones eréctiles y disminución en la frecuencia de las relaciones sexuales.
Tanto en las mujeres que fuman como en aquéllas expuestas al humo, se observa infertilidad, alteraciones en la movilidad de las trompas, resultados de la gestación adversos como defectos en la implantación embrionaria, ruptura prematura de las membranas, desprendimiento prematuro de la placenta, mayor riesgo de parto prematuro y recién nacidos de bajo peso al nacer.
El tabaco incrementa además el tromboembolismo en mujeres usuarias de anticoncepción hormonal y es un factor asociado al cáncer de cuello uterino y de mama en aquellas que lo consumen precozmente. El efecto de la nicotina tambié se asocia a una menopausia temprana y osteoporosis.
Durante mucho tiempo, los efectos relacionados con el consumo de tabaco se asociaron sólo a los hombres y se instaló en la sociedad la idea de que las mujeres eran inmunes a sus efectos. Sin embargo, el tabaco tiene efectos muy nocivos sobre la salud de la población femenina. Seis de las diez principales causas de muerte específicas en las chilenas se asocian a su consumo y entre las adolescentes se presenta uno de los más altos índices de tabaquismo a nivel mundial.
El tabaquismo en la población femenina puede influir significativamente en el inicio de la conducta en los niños/as y adolescentes, dada la influencia de la mujer en los hábitos de salud de los miembros de la familia. Por lo tanto, una perspectiva de género contribuiría a una mejor comprensión de las tendencias epidemiológicas, la comercialización social, las estrategias, las políticas económicas y las acciones relacionadas con las mujeres y esta epidemia.