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Boleta electrónica: El Desafío de digitalizar
El próximo 1 de enero entrará en vigencia la emisión obligatoria de boleta de ventas y servicios en formato electrónico.
Lunes 28 de diciembre de 2020
En términos de eficiencia es una gran noticia para nuestra economía, puesto que, además de reducir el uso de papel, se disminuye la complejidad en trámites de timbraje, registro de ventas y llenado de formularios que enfrentan las empresas para cumplir con sus compromisos tributarios.
Un indicador que da cuenta de esta situación es el “Índice Internacional de Competitividad Tributaria” que anualmente desarrolla la fundación Tax Foundation. Según éste, en Chile se destinan de 10,3 horas al mes a trámites relacionados al pago del IVA, lo que es más del doble del promedio de los países OCDE, que llega a 4,5 horas. En este ítem Chile ocupa el lugar número 35 de los 36 países estudiados.
Otro beneficio es que los contribuyentes tendrán la información de sus ventas electrónicamente y siempre actualizada, lo que debería resultar en una mejor gestión del propio negocio. Por otro lado, el SII ahorrará recursos en fiscalización y podrá monitorear más de cerca la actividad de los contribuyentes. Y para hacerlo más simple, el SII pone a disposición un sistema gratuito de emisión de boleta electrónica.
Sin embargo, existe un importante número de pymes donde esta gran noticia, más que ayudarles, más bien les incomoda. Los sistemas electrónicos implican una conexión a internet permanente y el manejo de varios conceptos digitales, tales como certificados electrónicos, sitios web o aplicaciones. Para estas personas, principalmente pequeños emprendedores que han tenido que aprender sobre la marcha, los programas de digitalización que dispone el Estado son fundamentales.
Un buen ejemplo es el programa “Digitaliza tu Pyme” del Ministerio de Economía, que desde el 2019 ya ha impactado de alguna forma a algo más de 100.000 pymes. Pero al comparar esta cifra con el casi millón de pymes formales que hay en el país, la meta está lejos de alcanzarse.
Como en la boleta electrónica, la digitalización es una excelente herramienta para combatir el exceso de burocracia de nuestras instituciones y mejorar nuestra competitividad. Este es un desafío permanente, donde el Estado debe liderar el avance con políticas anti burocracia y donde el mundo privado, léase gremios y la academia, podemos aportar no solo con buenas ideas, sino con acciones concretas de educación digital para personas y empresas. Hago entonces una invitación al trabajo conjunto para llegar, alguna vez, a la meta.