Vuelta a clases tras el paro o las vacaciones

Este proceso de readaptación a un ritmo habitual de trabajo académico toma aproximadamente una o dos semanas, y se ve favorecido en la medida que los padres apoyen a sus hijos en la fijación de horarios de estudio, rutinas de sueño y vigilia compatibles con un periodo de clases, etc.

Lunes 27 de julio de 2015

Vuelta a clases tras el paro o las vacaciones
escrito por

Fernando Contreras, Psicólogo y académico Fac. Ciencias de la Educación USS, Concepción

La vuelta a clases tiene connotaciones especiales, en la medida que no se sabe qué pasará con los contenidos que no han sido trabajados y si se logrará un término de año exitoso.
Lo primero que se debe tener claro es que con los tiempos que se tienen es posible abarcar la totalidad de los programas de las asignaturas, sin que esto implique una mayor carga de trabajo para los estudiantes. Esto será así, en la medida que se realicen ajustes a las planificaciones docentes y, en muchas oportunidades, modificar el tipo de metodología que se utiliza en el aula. De esta forma, las familias deben confiar en que los docentes tienen las competencias y experticia suficientes para realizar estos ajustes, y generar las condiciones para que se alcancen los aprendizajes esperados en los distintos niveles.
Es esperable que los estudiantes no perciban diferencias importantes en la forma de trabajo una vez que se reinicien las clases. Sin embargo, es bueno que los profesores indaguen respecto de las expectativas de sus estudiantes y de los temores o dudas que puedan presentar los apoderados. Esto permite fortalecer la relación familia escuela y un adecuado clima de trabajo en el aula.
A su vez, puede que una de las principales dificultades se presente en el entorno familiar, ya que los estudiantes deben retomar una rutina de trabajo diario que no se ha mantenido por un periodo importante. Este proceso de readaptación a un ritmo habitual de trabajo académico toma aproximadamente una o dos semanas, y se ve favorecido en la medida que los padres apoyen a sus hijos en la fijación de horarios de estudio, rutinas de sueño y vigilia compatibles con un periodo de clases, etc. De esta forma, se recomienda comenzar desde antes a volver a los horarios y rutinas habituales, por ejemplo, comenzar a acostarse y levantarse más temprano, revisar los cuadernos y libros de estudio, organizar el material a utilizar, etc. La idea no es que hagan tareas o estudien, que si bien pueden hacerlo, lo central es organizar y estar listos para retomar las actividades académicas.

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