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Alergias respiratorias: ¿Contaminación o cambio climático?
La contaminación amplifica la respuesta alérgica de las personas, alterando las propiedades de los alérgenos, facilitando así su penetración en el organismo.
Domingo 14 de abril de 2019
En el último trimestre hemos notado en el área de la atención primaria el aumento en los casos de pacientes pediátricos que concurren a médico por casos de asma, hiperplasia de adenoide, síndrome bronquial obstructivo y sinusitis, los cuales son derivados al área de Imagenología para realizarse algunos de los distintos tipos de radiografías, tales como: cavum, senos paranasales y/o tórax, triplicándose en número las solicitudes en los meses de enero, febrero y marzo.
Bajo este contexto, cabe preguntarse ¿qué factores estarán asociados al aumento de los eventos de alergias? En primer lugar debemos pensar que en la región de Los Lagos nos encontrábamos acostumbrados a las bajas temperaturas y a la lluvia, sin embargo, últimamente la zona ha presentado un cambio climático con el cual se ha incrementado la temperatura y junto con ésta el índice de humedad en el ambiente, ya que las lluvias no han disminuido. Este ascenso en las temperaturas ocasiona un adelanto en la floración y como consecuencia un mayor periodo de exposición al polen, siendo éste nuestro principal enemigo junto a la contaminación de nuestro parque automotriz.
El patrón que más se repite es el aumento de mucosidad durante la etapa de la mañana como al atardecer debido a la descarga nasal posterior.
El aumento del parque automotriz, donde el consumidor prefiere un vehículo diesel versus uno a gasolina principalmente por la diferencia en los valores de los combustibles, es un punto crítico cuando lo relacionamos con las partículas del polen ya que, cuando entran en contacto con las partículas del diesel se desprende más fácilmente de las plantas, llegando de manera más fácil a nuestras vías respiratorias, siendo estas partículas contaminantes el transporte de los mismos alérgenos. En las zonas donde se encuentra un mayor nivel de contaminación desarrollarán una mayor cantidad de proteínas que serán más agresivas con nuestros pacientes alérgicos.
Por otra parte, debemos considerar la ubicación de nuestra zona, donde el ozono es otro potencial componente de la polución que oxida un aminoácido denominado tirosina, que colaborará a formar las principales proteínas alérgenas y a la vez desencadenará una serie de reacciones químicas que alterarán la estructura y sus posibles efectos biológicos de los distintos árboles, entre los cuales se define como el principal afectado el abedul, visualizado muchas veces en colegios y plazas con alto flujo de público.
Considerando lo anterior, es que la contaminación amplifica la respuesta alérgica de las personas, alterando las propiedades de los alérgenos, facilitando así su penetración en el organismo, produciendo la inflamación de la mucosa bronquial que se demostrará con distintos síntomas en el paciente, donde el patrón que más se repite es el aumento de mucosidad durante la etapa de la mañana como al atardecer debido a la descarga nasal posterior.
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