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Vacaciones ¿Oportunidad o amenaza?
Aquellas acciones que fomenten experiencias gratificantes, son las que generan mayor bienestar subjetivo.
Jueves 20 de julio de 2017
Es sabido que la llegada del invierno trae consigo una serie de desafíos, tales como la preparación del hogar en términos de calefacción, impermeabilización, etc. Asimismo, hay una mayor preocupación personal por protegerse para enfrentar la lluvia y el frío, y no menos importante, para aquellos que son padres, son las vacaciones de invierno de sus hijos/as. Este último desafío, con el paso del tiempo se ha tornado una oportunidad, y por qué no decirlo, una necesidad.
Desde este punto de vista entonces surge la duda si es oportuno tomar vacaciones a mitad de año, lo cual dependerá de varios factores, entre los más relevantes se encuentran: la presencia de hijos en edad escolar que tienen vacaciones de invierno, días de vacaciones disponibles, programación personal y familiar, y las posibilidades reales del cargo o puesto de trabajo.
Muchas personas prefieren salir en invierno, ya que pueden acceder a mejores precios, mayor facilidad para viajar, etc. De igual forma, los profesionales jóvenes que no tienen hijos, están prefiriendo tomar vacaciones en temporada baja. Una de las barreras que se puede hallar para salir de vacaciones en invierno, es el tiempo disponible, ya que en términos generales lo máximo que se estima son dos semanas, a diferencia del período estival que es más extenso, que puede ir -inclusive- desde diciembre a marzo.
Por otra parte, lo recomendado es tomarse un mínimo de siete días, considerando que a lo menos se requiere un par de días para conseguir una adecuada desconexión con el trabajo, con lo que restan sólo unos cinco días efectivos para disfrutar del descanso.
Lo que se observa, es que cada vez más personas están optando por tomarse el período de vacaciones en invierno, ya que dentro de las principales ventajas están: contar con lugares menos concurridos, actividades distintas a las que se pueden desarrollar durante el período estival, disminuir la sensación de que el año es interminable, etc.
Claramente, también en las vacaciones de invierno, se puede escoger priorizar el descanso. Lo relevante entre elegir entre el ocio y el descanso activo dependerá de las necesidades de cada persona o familia, lo fundamental es saber que aquellas acciones que fomenten la adquisición de experiencias gratificantes, son las que -en definitiva- generan mayor bienestar subjetivo.