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¿Está pensando en endeudarse? No olvide cotizar y evaluar antes de hacerlo
La recomendación es consolidar la deuda en un crédito para ordenarse y evitar pagar múltiples comisiones, pero antes de hacerlo se debe comparar el valor cuota.
Jueves 19 de abril de 2018
Los colegios imparten muchas materias, pero no una que tiene una gran relevancia para tener una vida tranquila: el uso adecuado del dinero. Como aquello no se enseña en la educación formal, muchos aprenden a fuerza de golpes y caídas en el sobreendeudamiento. Para evitarlo la clave es la educación financiera.
Una de las premisas para llevar en orden las finanzas es tener claridad sobre los ingresos y gastos de cada mes. Un porcentaje de las entradas se puede destinar a pago de créditos que se han tomado para adquirir un bien importante para la familia, vacaciones, estudios o bien enfrentar una eventualidad. Pero, ¿qué monto del ingreso se debería reservar para créditos?
Difícilmente se puede decir qué porcentaje es óptimo, pero sí se pueden establecer rangos de acción que sean menos riesgosos para evitar caer en el sobreendeudamiento. La deuda bien controlada puede incluso ser beneficiosa al aprovechar la liquidez que puede entregar en ciertos periodos. Lo complicado es caer en excesos o porcentajes por sobre lo que nuestros ingresos son capaces de solventar.
Destinar el 40% de nuestros ingresos para cubrir deudas o créditos es razonable, considerando que al menos un 25% sólo se destina al pago de algún hipotecario o arriendo de vivienda. El restante 15% puede destinarse a créditos de consumo o casas comerciales.
La mejor opción
Una duda recurrente de la población es saber cuál es la mejor opción para endeudarse. ¿Crédito de consumo, línea o tarjetas? La académica de la USS responde que se debe evaluar para qué es el crédito. “Esto porque actualmente las tarjetas bancarias tienen varios convenios con un número importante de cuotas sin interés, por ejemplo, en viajes, compra de automóviles, pago de educación, que son una alternativa importante al momento de pagar bienes o servicios más costosos. Si no existe un objetivo único, sino que son varios los compromisos a cancelar, la opción puede ser un crédito de consumo, cotizando siempre en varias instituciones financieras para elegir la mejor alternativa”.
Es importante definir bien el número de cuotas, de forma de que el crédito no se vuelva una actividad rotativa. Esto es, por ejemplo, que se pida un crédito para gastos escolares en marzo a 12 cuotas, porque el año próximo, en el mismo periodo, nuevamente se verá obligado a ello.
En cuanto a la línea de crédito, indica que suele ser el formato más caro, por lo que cada cliente debe ser cuidadoso al momento de manejar su cuenta corriente bancaria y no abusar de la utilización de ésta.
Retail versus cajas de compensación
La gran competencia en el sistema ofrece múltiples opciones a los consumidores. Lo importante es elegir la mejor alternativa de acuerdo al riesgo y perfil. La industria financiera segmenta a sus clientes, cobrando una mayor tasa de interés a aquellos que le son más riesgosos, es decir, las personas de menores ingresos, los que a la fecha están más endeudados, los de mayor edad, etc. Por tanto, cada una de estas instituciones ofrecerá el crédito acorde a estas características del cliente.
Los créditos bancarios suelen asociarse a clientes de mejores ingresos, por lo que su costo suele ser menor. Las casas comerciales y retail, en tanto, apuestan por la ventaja de la comodidad: créditos en cualquier horario, todos los días, bajo el formato de avance en efectivo en caja. Obviamente, este acceso más expedito al crédito igualmente es costeado por el cliente pagando una tasa de interés mayor.
En el caso de las cajas de compensación en el sector activo (trabajadores aún) suelen tener la ventaja de realizar un cobro mediante descuento por planillas, lo que hace disminuir el riesgo de incobrables para ellos, reflejados en una tasa de interés menor. Antes de estigmatizar cada institución como la más o menos conveniente, la invitación siempre es a cotizar, pues muchas veces hay promociones de determinados montos, bajo requisitos de un número de cuotas definido, a tasas muy convenientes en cualquiera de las instituciones mencionadas anteriormente.
Consolidar deudas
Hay ocasiones en que lo recomendable es ordenarse con las deudas y dejar todos los compromisos en un solo crédito. Se recomienda consolidar la deuda cuando se tiene un número importante de deudas y créditos en distintas casas comerciales. Esto hace que en cada una de ellas, pague, por ejemplo, gastos de administración u operación, encareciendo la deuda. Por ello, el consolidarla permite pagar todos los compromisos a corto plazo, y mantener la deuda con una sola entidad bancaria, idealmente a un plazo no tan largo. Lo que se debe evitar es no caer nuevamente en créditos.
Ahora bien, cada vez que se endeuda es relevante evaluar las distintas instituciones financieras a las que se tiene acceso y definir un número de cuotas que no sea tan grande. La consolidación de deuda debe ser un llamado de atención para el consumidor, que bajo las actuales condiciones de compra que estaba teniendo, no es capaz de solventar ese nivel de crédito. Por tanto, si se decide por consolidar deuda, debe pensar en disminuir el nivel de gasto que está teniendo actualmente, para dar holgura a los pagos.