- Usted está en:
- Portada / Columnas de Opinión / Manuel José Irarrázaval
Estudio sobre percepción del sistema de salud
Podemos concluir que estamos en presencia de un sistema público y privado que mejora, aunque lentamente, y que persiste una muy significativa diferencia de apreciación de la calidad entre ambos sistemas.
Lunes 12 de marzo de 2018
La Superintendencia de Salud acaba de presentar un estudio sobre la percepción de los usuarios respecto a la calidad del sistema de salud de Chile. Es importante apreciar que de los resultados generales se desprenden algunas conclusiones interesantes a considerar:
1.- Hay una leve mejoría en la percepción de “Protección”, respecto a los 3 años previos. Sin embargo, sólo el 50% de los beneficiarios de Fonasa se sienten protegidos y 63% de Isapres. En tanto, la percepción de “Desprotección” es de 16% y 6%, respectivamente.
2.- A la pregunta sobre la “satisfacción con su sistema de salud”, el 34% de los dependientes de Fonasa le asignan nota 6 ó 7, mientras que entre los de Isapres el 50% coloca esa calificación. Complementariamente, el 32% de los Fonasa asignan notas entre 1 y 4 v/s 18% para los Isapres en ese ítem. Al cuestionar sobre las razones de esta significativa diferencia entre los sistemas, es claro que los beneficiarios del sistema público resienten aspectos vinculados a la calidad y accesibilidad de la atención, mientras que los del sistema privado a los relacionados a costos y su variabilidad.
3.- Otra pregunta muy significativa se relaciona con los “tiempos de espera para hospitalización”. En los beneficiarios de Fonasa, este bajó de 168 días (más de 5 meses) en 2015 a 124 el 2017. Las esperas para los de Isapres bajaron de 30 días en 2015 a 19 días en 2017. Adicionalmente, los “tiempos de espera para atención de Urgencia” subieron para los pacientes del sistema público: pasaron 3,4 a 4,1 horas entre 2015 y 2017. En tanto, los usuarios de Isapres, estos tiempos también crecieron de 2,5 horas 2,7 horas para el mismo periodo. Esto explica en parte el 61% de nota 6 o 7 por la atención, expresada por los pacientes Isapres, v/s el 39% en Fonasa.
4.- Finalmente, a la pregunta por “Satisfacción Neta en Salud”, el 31% de los beneficiarios de Fonasa se declara satisfecho (mejorando desde un 22% el 2015) y en el caso de los Isapres, el 48% se declara satisfecho el año pasado. En 2015 este indicador era de 44%.
En síntesis, podemos concluir que estamos en presencia de un sistema público y privado que mejora, aunque lentamente, y que persiste una muy significativa diferencia de apreciación de la calidad entre ambos sistemas: Fonasa es apreciado por sus bajos costos, pero resentido por su menor accesibilidad, tiempos de espera y amplitud y calidad de servicios. Las Isapres son apreciados por la rapidez y calidad de atenciones, pero resentidos por los costos y su variabilidad. Estos aspectos son los que finalmente explican la permanencia de beneficiarios en el sistema privado, a pesar de sus quejas acerca de los costos involucrados.