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Virus papiloma humano (HPV) y hombres
A diferencia de las mujeres, las tasas de prevalencia de HPV en los varones, son constantes en todas las edades, lo que sugiere que los hombres no desarrollar la protección contra la reinfección y se encuentran expuestos durante toda su vida al virus.
Viernes 29 de julio de 2016
La epidemiología del cáncer del área anogenital está teniendo importantes cambios en el ámbito mundial, donde los cánceres de ano, pene, vagina y vulva, hasta ahora cánceres poco frecuentes, han aumentado su incidencia en las últimas décadas.
Estas variaciones pueden estar dadas por el aumento de la transmisión del virus papiloma humano (HPV), uno de los agentes de mayor frecuencia asociados a las infecciones de transmisión sexual a nivel mundial, donde se ha descrito 50% de los casos en personas con edades que fluctúan de 15 a 25 años, distribuido transversalmente y uniformemente entre hombres y mujeres.
La prevalencia de HPV en los hombres oscila de 1.3% hasta 73%. Las variaciones se deben a las diferencias en las técnicas de muestreo, las poblaciones estudiadas y los sitios anatómicos desde donde se obtienen las muestras. En los escasos estudios realizados en Chile respecto a la prevalencia del HPV en varones, hay uno realizado en estudiantes universitarios asintomáticos donde este virus se encontró en 82% de la muestra.
A diferencia de las mujeres, las tasas de prevalencia de HPV en los varones, son constantes en todas las edades, lo que sugiere que los hombres no desarrollar la protección contra la reinfección y se encuentran expuestos durante toda su vida al virus. Así también, hay varios estudios que muestran que hasta 25% de los hombres pueden dar positivo para múltiples genotipos de HPV, tanto aquéllos asociados a lesiones benignas como verrugas de diferente tamaño conocidas como condilomas, pápulas o nódulos, especialmente en el ambiente húmedo de la zona genital, como virus carcinogénicos, asociados al cáncer cérvicouterino, vagina y vulva en la mujer y cáncer de pene y ano en los varones.
La vía de contagio del virus, al igual que en las mujeres, es el contacto de la mucosa con mucosa, pudiendo ser sólo por roce y/o penetración durante el sexo vaginal, anal u oral, pues hoy también hay varias lesiones de adenomas faríngeos asociados al HPV en el área extragenital. En un estudio realizado en Estados Unidos donde se investigó el HPV en seis sitios de la zona anogenital, las áreas más frecuentes de aislamiento fueron el cuerpo del pene, el glande y el escroto. En este último caso, el empleo del preservativo no protegería del contagio del virus.
Hasta ahora, el cáncer de pene es poco frecuente en las áreas de poblaciones desarrolladas, donde representa menos de 1% de todos los cánceres en los hombres. Sin embargo, las tasas de incidencia es mayor y en aumento, en países en vías de desarrollo, donde alcanza hasta 10% de los cánceres reportados, destacando este incremento en algunos países asiáticos y sudamericanos como Brasil, Paraguay y Colombia. Una revisión sistemática de los principales estudios sobre el cáncer de pene publicados en el período 1986-2010 establecieron que alrededor de 50% de los cánceres se asociaron con HPV, con los subtipos 16 a 18, los mismos asociados al cáncer de cuello uterino.
El 2009 se aprobó la administración de Gardasil en hombres de 9 a 26 años, la misma vacuna que se administra a las mujeres. En nueve estudios analizados, los resultados son alentadores, pero no concluyentes. De ahí que se proyecta que si esta vacuna se administra con éxito a grandes segmentos de la población joven masculina, existiría la reducción sustancial de la infección por HPV genital y sus lesiones relacionadas. Sin embrago, no se debe dejar de promocionar conductas sexuales responsables, como el uso permanente y adecuado del preservativo, el que sí ha mostrado evidencia efectiva, en la reducción de la infección del HPV.