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Un lugar para aprender a hacer ciencia
Club de Investigadores de IPSUSS ya tiene a dos estudiantes postulando a fondos nacionales para concretar proyectos científicos de impacto en Salud Pública.
Miércoles 30 de septiembre de 2015
Hace dos años, Andrés Zúñiga, estudiante de Medicina en la Universidad San Sebastián, se acercó a su unidad académica con una idea de investigación científica. Pero no logró desarrollarla porque faltaba un área que apoyara a los estudiantes de pregrado en esas inquietudes, independientemente de la malla curricular de sus carreras.
Su plan quedó pendiente hasta que un día, a finales del año pasado, asistió a una charla del doctor Jaime Mañalich –director del recientemente creado Instituto de Políticas Públicas en Salud de la USS- donde justamente invitaba a alumnos de Medicina a unirse a un proyecto nuevo: un Club de Investigadores. Andrés se incorporó a ese primer grupo y lo que partió siendo una simple inquietud se desarrolló, le ha permitido hacer dos publicaciones en revistas científicas y presentar un proyecto de intervención en salud para disminuir las infecciones intrahospitalarias. |
Este club lo integran alumnos de las Facultades de Medicina, de Ciencias de la Salud y de Odontología de la universidad, ya que las ideas están siempre enfocadas en el área de la salud. "Lo que hacemos durante el primer semestre, es trabajar con los alumnos dos horas a la semana en una modalidad de taller, y ellos avanzan hasta que terminan entregando un proyecto", explica la encargada del Club, la dra. María José Monsalves.
"Nosotros los revisamos y en el segundo semestre los tutoreamos para que terminen en alguna revisión para una revista o un congreso. Al año siguiente, dependiendo del tipo de investigación que ellos quieran, tratamos de presentarlo a algún fondo concursable. Ésa es la línea, la continuidad". |
Otra de las estudiantes investigadoras de esta iniciativa de IPSUSS es Josefina Styles, que está afinando un proyecto de salud pública en su área de especialidad, la Obstetricia. Ella es parte del segundo ciclo del Club de Investigadores y ya presentó su propuesta a FONDEF (Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico).
Josefina tenía una idea muy clara de lo que quería indagar y ha avanzado más rápido, pero no es la única con proyectos en marcha. También hay un grupo de cuatro alumnas de Nutrición -María Paz Espinoza, Gabriela Hernández, Constanza Severino y Danai Soler- y un estudiante de Kinesiología, Jaime Cordero. |
En general, las publicaciones científicas piden que los proyectos sean inéditos, o sea, que no hayan sido presentados en ninguna parte, por lo que no se puede detallar en esta crónica el tema de estos trabajos.
"Las investigaciones trascienden a nivel universitario y pueden impactar a nivel nacional, porque los dos proyectos, tanto el de Andrés como el de Josefina, están pensados en Salud Pública, entonces evidentemente pueden impactar en la toma de decisiones", explica la dra. Monsalves. Pero trabajar en el Club de Investigadores tiene además otras recompensas.
"Se llaman Incentivos de Investigación, y pueden postular tanto los docentes como los alumnos. Y en este caso, por publicar se le da un bono en dinero al estudiante. Además significa currículum para ellos, porque el alumno va como autor principal. Lo mismo si va a un congreso", añade la encargada. |
Pese a que en las dos versiones de este programa han empezado a formularse por lo menos diez proyectos, sólo se han presentado los dos mencionados. La dra. María José Monsalve cree que esto se debe a la carga académica de cada carrera, que deja poco espacio de tiempo para este tipo de proyectos. Por lo mismo resulta doblemente satisfactorio que -pese a la dificultad propia de una carrera universitaria- este grupo de jóvenes haga esfuerzos para desarrollar también, en paralelo, su deseo por convertirse en investigadores científicos en salud.