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Paciente Empoderado y bioequivalencia: “¡Ah, por fin entendí!”
Taller de autocuidado en salud resuelve dudas sobre las recetas médicas, qué hacer cuando uno se olvida tomar una pastilla y las diferencias entre medicamentos de marca, genéricos y bioequivalentes. ¿Cuál conviene comprar?
Lunes 27 de julio de 2015
Diez talleres componen el Programa Paciente Empoderado que la U. San Sebastián comenzó a aplicar este año en diversas comunas del país. Y sin duda uno de los más apreciados por los vecinos es el de Manejo de los Remedios. Considerando que la mayoría de los participantes son personas con alguna enfermedad crónica (o varias), el tema de los medicamentos es parte de sus preocupaciones diarias.
Las cifras muestran que un porcentaje no menor de los pacientes crónicos no logra seguir el tratamiento con la rigurosidad necesaria. Por ejemplo, 47% no comprende las instrucciones del equipo médico que le atiende, 28% no se acuerda de tomar sus pastillas a la hora y 44% no entiende lo que dicen los folletos de medicamentos. |
"Con el taller todos terminan muy felices y muchas veces el tiempo se hace corto, porque todos usan medicamentos, todos tienen muchas preguntas y las preguntas que tiene uno son las mismas que tiene otro y hay harta conversación de por medio", explica Jaime Sasso, docente de Química y Farmacia de la USS. "Como llevan mucho tiempo tomándolos y nosotros les damos una respuesta a preguntas que tenían desde que iniciaron el tratamiento, la gente termina contenta con el taller".
"Lo que nosotros hacemos en los talleres es partir explicándoles cuáles son los elementos que ellos siempre deberían reconocer en la caja de un medicamento. Porque un medicamento, por ejemplo, puede ser comercializado con el mismo nombre de marca pero tener distintas dosis: uno un comprimido de 50 miligramos y otro un comprimido de 100. Hay pacientes que nos han comentado que estuvieron tomando el comprimido de 100 cuando el que les prescribieron fue el de 50. Entonces son elementos que ellos deben reconocer en las cajas de los medicamentos", dice el profesor Sasso.
A los participantes se les obsequia un pastillero y se les enseña a organizar los medicamentos que tienen que tomar en distintos momentos del día, para que no se pasen por alto los horarios. También se les explica los riesgos de comprar remedios en ferias libres o en el comercio informal, tomar antibióticos sin vigilancia médica y usar pastillas por cuenta propia. |
"Cuando comenzamos los talleres les preguntamos a cada uno el nombre y la cantidad de remedios que toma. Y claro, aparece uno que toma tres, otro cinco, y otros ¡hasta ocho o diez! Pero cuando uno le pregunta por qué toma diez y cuántos de esos se los recetó el médico, resulta que eran cinco no más, y los otros cinco los toma porque se los recomendó una vecina... Entonces ahí les decimos que los medicamentos pueden interactuar entre ellos y reducir el efecto si se utiliza junto con otro. Por lo tanto la administración de un medicamento siempre debe ser bajo la supervisión de algún profesional de la salud, porque estos medicamentos no sólo pueden producir efectos beneficiosos, sino también efectos adversos, pueden hacer daño a la salud".
En el taller también se les enseña a los vecinos las diversas formas de presentación de los productos, como cápsulas y comprimidos, y a diferenciar entre los medicamentos de marca, los genéricos y los bioequivalentes, que muchas veces generan confusión. |
"El mensaje más claro es 'los medicamentos que tienen un sello amarillo con letras rojas que dice Bioequivalente, son aquellos en los cuales ustedes pueden confiar. Existen otros, pero que no tienen estudios que puedan demostrar que efectivamente les van a hacer efecto'. Y en ese momento a muchas personas les hace clic y dicen '¡ah, por fin entendí a qué apuntaba esto de la bioequivalencia!", puntualiza el profesor Sasso. |
El Programa Paciente Empoderado se aplicó durante el primer semestre en tres comunas y a partir de agosto se dictará en otras siete, tanto en la Región Metropolitana como en Biobío y Los Lagos.