Compartieron alegrías, penas y, por sobre todo, conocimiento... se trata de la primera generación de pacientes empoderados que se reencontraron luego de seis meses en una actividad realizada por IPSUSS. La jornada, aparte de tener un cáracter emotivo, sirvió para ofrecerles una actividad adicional y también medir cómo aplicaron durante este tiempo los conocimientos adquiridos en los talleres de abril.

Las caras sonrientes de los pacientes inundaron la sala donde académicos de la USS realizaron una sesión de relajación para los ex alumnos de Providencia, algo que era completamente nuevo para ellos. "Primera vez que me pasa esto, que me relajé tanto que empecé hasta llorar, me sentí tan bien", comenta con los ojos humedecidos la señora Teresa Calderón.

Jean Gajardo, director de Investigación de IPSUSS, explicó que este taller buscaba aportar en el desarrollo de ciertas habilidades de la salud mental fundamentales para el autocuidado, porque la idea es que los pacientes que participan en estas jornadas sigan aprendiendo cosas nuevas.

Pero, ¿cómo ha mejorado su calidad vida en estos tres meses? La respuesta en la mayoría de los ex alumnos es una sola: todos están mejor que antes. "Los cambios han sido fantásticos porque he seguido haciéndolos día a día, practicando todo lo que aprendí", dice emocionada Sonia Guzmán, una de las pacientes que participó con mayor entusiasmo durante los talleres que se realizaron en abril. La señora Nelly Riquelme antes de asistir al programa ya se consideraba valiente pero que con los talleres se afianzó más el interés que tenía por cuidarse a sí misma, mientras que lo que más ha cambiado la vida de la señora Gladys Ortiz ha sido conocer su propio organismo, los remedios que toma, a qué hora tiene que hacerlo y qué alimentos debe consumir. "Todas las actividades que tuvimos fueron de un crecimiento superior", resume con una sonrisa doña Gladys.

Más jornadas de reencuentro

La primera generación de pacientes empoderados estuvo muy emocionada por la jornada de reencuentro y no era extraño escuchar felicitaciones a los que hicieron posible la instancia. "Me parece excelente que haya una continuidad", señalaba la señora Nelly Riquelme. La señora Sonia Guzmán, por su parte, sintió una gran alegría cuando la llamaron porque no esperaba una nueva sesión, pero de todas ellas la más feliz era la señora Gladys Ortiz quien ya se sentía toda una universitaria, "para mí decir voy a la universidad son palabras mayores, así que para mí es lindo, bonito", afirmaba la señora Ortiz entre risas.

La alegría de volver a verse fue tanta que los pacientes al terminar la jornada intercambiaron sus números telefónicos para poder seguir manteniendo el contacto y realizaron la siguiente petición: tener pronto otro reencuentro. Sobre este tema el director de Investigación de IPSUSS señaló que el programa en sí contempla dos sesiones de evaluación, por lo que la idea es "continuar algún tipo de seguimiento y poder facilitarles también que ellos puedan continuar por sus medios estos encuentros".