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Irarrázaval insta al Minsal a licitar pronto patologías Auge con plazos no cumplidos y que requieren rápida atención médica
Para el director del Instituto de Políticas Públicas en Salud (IPSUSS) de la U. San Sebastián, Manuel José Irarrázaval, recurrir a recintos privados de salud solucionaría gran parte de las listas de espera Auge, y con ello, se evitaría que los retrasos lleguen más allá de lo permitido por ley.
Miércoles 29 de junio de 2016
Un llamado a que las autoridades del Ministerio de Salud (Minsal) recurran a centros hospitalarios privados para reducir las listas de espera Auge hizo el director del Instituto de Políticas Públicas en Salud (IPSUSS) de la Universidad San Sebastián, Manuel José Irarrázaval. Asegura que en patologías donde es necesario atender pronto no se debe esperar, ya los plazos para una rápida atención están garantizados por ley.
- ¿Coincide con Hernán Sandoval en que una reforma de salud pasa por mejoras en esperanza de vida o disminución de mortalidad, no una reforma a las Isapres?
- Claro, en el fondo lo que se está haciendo ahora es una modificación del sistema de financiamiento de la salud en Chile, pero no lleva implícito ni explícito en ninguna medida que vaya a mejorar las condiciones de salud de la gente. En el fondo, si uno llega a la línea final de lo que se ha discutido, se trata de traspasar recursos económicos desde las Isapres a Fonasa, pero no asegura ninguna mejoría en moralidad o calidad de atención ni nada.
- También él destaca el avance del Auge, aunque con algunos reparos que deben ser subsanados para que se complete la idea de cómo fue concebido.
- Hay que mirar el Auge en perspectiva; fue una medida ingeniosa y audaz, porque cuando se ideó éramos- y quizás lo sigamos siendo- un país relativamente pobre que no teníamos muy buenos resultados de salud, donde nuestras políticas estaban muy disgregada, y se buscó concretar recursos en cosas importantes que resolvieran temas graves, esencialmente. Eso sí, todo esto tuvo una consecuencia: se desprotege otra área que en la práctica ha dado un millón y medio de gente en lista de espera y eso refleja que no hubo suficientes recursos ni organización para las enfermedades no Auge.
- ¿Hay algo que no quedó bien estructurado?
- Lo que no hicieron fue la operatividad práctica. Un ejemplo, el cáncer a la vesícula se puede prevenir si se saca la vesícula a las personas que tienen cálculos, pero para eso hay que hacer la radiografía que muestren los cálculos, y además cirujanos que saquen la vesícula. En ese momento se calculaba que había que operar a unas 40 mil personas al año, por tres o cuatro años, y no se preocuparon de establecer los grupos quirúrgicos y que estuviera el equipamiento. Entonces, el diseño fue muy bueno pero en algunos aspectos de la implementación se falló, aunque con los años se ha ido corrigiendo.
- ¿Y ha habido problemas?
- Uno de los problemas que ha tenido el Auge es que le empezaron agregar más patologías sin sumar suficientes recursos para ello. Y lo otro fue que por presiones de grupos de pacientes se pusieron algunas patologías que no cumplían los criterios nítidos que traía el Auge, como la fibrosis quística
- Sandoval también acusa que se han detectado problemas en la planificación sanitaria...
- Eso es cuestionable, porque el hecho per se de comprarles a los privados no es malo, lo que pasa es que hay que comprar bien. Pasa también que Fonasa es desordenado y no se prepara oportunamente para tener precios de transacción óptimos con los privados con las epidemias pulmonares que ocurren en invierno. Creo que el doctor Sandoval no tiene razón porque en la gestión de las camas críticas, Santiago no tiene las suficientes camas, pero ya se aprendió y esto se licita entre los prestadores privados. Y eso ha mejorado mucho, y el año pasado la licitación de Fonasa en camas críticas fue sumamente eficiente. Acá Fonasa es desorganizado, poco previsor, pero a mejorado mucho la manera de licitar sus copras a los privados, de hecho no le encuentro pecado a eso si le comparamos la comida, ropa, casa y un montón de cosas al privado y no le encontramos nada particular a nada de eso.
- Respecto a las patologías, ¿ve espacio para que se amplíen?
- No ampliaría ninguna. Cumpliría bien las 80 que hay y que no están bien cumplidas. Hay 14.500 prestaciones Auge a diciembre de 2015 que no se habían cumplido los plazos. De esas, hay 1.600 que eran de cánceres femeninos y eso es súper grave. Las garantías de oportunidades retrasadas no se han cumplido en los plazos que se establecieron. Es verdad que dentro de ellas hay muchas que no mueres, pero te dejan limitado, entonces el proceso intelectual y profesional con el cual se hizo la decisión de que ciertas enfermedades estuvieran en el Auge, con plazos establecidos y si te saltas ese plazo, incumpliendo una decisión que tú mismo hiciste, podrían llevar a que estas personas demanden al Estado de Chile por no estar cumpliendo con lo que ellos mismo se habían comprometido.
- ¿Y cuál cree que podría ser la solución para llegar con estas lista más urgente a cero?
- Esto está resguardado por una ley, y si no se puede hacer por parte del sector público hay que comprársela a los privados. Acá es importante ser claro: hay una lista en garantías de oportunidad del Auge que requiere ser tratada. El millón y medio de lista de espera no Auge probablemente son patologías no graves, por algo no están en el Auge y que se demoren un poco más si bien es doloroso para mucha gente, la probabilidad de que se muera o quede ciega es bajísima, pero en la lista de garantías de oportunidad no es así. Acá creo que derechamente hay que decir: nosotros no hemos sido capaces de cumplir esto y tal fecha abro licitaciones para operaciones de cataratas, procedimientos de cáncer de mamas, artrosis de caderas y otras, y se va a seleccionar prestadores que den confianza y competentes en lo que están haciendo y con un menor costo posible para el Estado.
- Otro tema que está en el debate es la reajustabilidad de la canasta…
- Todos los procedimientos médicos hay que estar reevaluándolos con razonable periodicidad, porque siempre está cambiando la ciencia de la medicina, ya que lo que se estableció hace 10 años atrás, en este momento puede ser insuficiente. Con el error en el Decreto Auge se mostró que había patologías que no habían sido reajustadas y eso es una falla que hay que corregir.
- Y este error Auge, ¿cómo lo analiza usted?
- Este error era para haber pedido la renuncia al jefe del Fonasa, porque acá el hilo se cortó por la parte más delgada. Sacaron a funcionarios que estaban en el escritorio, pero toda la jerarquía que estaba arriba quedó. Cuando uno tiene una responsabilidad tiene que ser responsable de que se revisen bien los documentos, que esté bien hecho el trabajo. No es llegar y poner la firma. Fue un error mayor que debió haber implicado sacar autoridades mucho más altas que las que sacaron.
- En síntesis, ¿cómo evalúa el Auge?
- Ha crecido bien en las condiciones generales que se diseñó, pero ya estamos en etapa de plantear una reforma más amplia y general a todo el sistema de salud, porque hemos desarrollado un sistema que en lo público es muy ineficiente, donde la mecánica clásica para resolver los problemas es inyectar más recursos al ministerio de Salud, aunque la eficiencia operacional está trancada. Hoy Chile gasta casi el 8% del PIB en salud, algo que no está tan malo y es parecido a lo de países europeos, pero donde tenemos que focalizarnos es en la eficacia del uso de los recursos. Si lográsemos destinar más plata a salud y usarla más eficientemente, probablemente el Auge podría suprimirse totalmente porque se incorporaría dentro de la norma sanitaria general, pero dado que eso es irreal, me pondría estricto en cumplir con las 80 patologías del Auge y si no podemos cubrirlas, se las pagamos al privado para que lo haga, aunque sé que en esto hay una cosa ideológica.