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Los riesgos a los que están expuestos los damnificados de Chaitén
Enfermedades respiratorias, digestivas y estrés post traumático, son algunos de los peligros que pueden enfrentar los habitantes de Villa Santa Lucía tras las condiciones de hacinamiento y falta de suministros básicos en los que se encuentran, según académica de la U. San Sebastián, Claudia Velastegui.
Martes 19 de diciembre de 2017
Son más de 200 personas damnificadas producto del aluvión que azotó a la Villa Santa Lucía en Chaitén, Región de Los Lagos. Las autoridades y equipos de emergencia trabajan en el rescate de los sobrevivientes y en reestablecer los servicios básicos en una localidad que quedó completamente sepultada por el barro.
Gran parte de la población ha sido evacuada y llevada a diferentes albergues. ¿Cuáles son los cuidados de salud que hay que tener en estas condiciones? Al respecto, Claudia Velastegui, médico y académica de la Facultad de Medicina U. San Sebastián, advierte que son tres: prevenir enfermedades respiratorias, digestivas y estrés post traumático.
Respecto a las enfermedades respiratorias, es una amenaza particularmente en caso de niños, adultos mayores y enfermos crónicos. “Se espera que las temperaturas los próximos días sean bastante bajas por lo que hay que tener mucho cuidado con el frio en la zona. La recomendación es idealmente vestirse por capas, no abrigarse mucho porque esto puede producir un exceso de transpiración, especialmente donde hay mucha gente reunida, como los albergues”, señala la profesional.
La especialista agrega que también hay que evitar de “exponerse al frio ya que produce entre otras cosas parálisis de los cilios, que son los pelitos que están en las vías respiratorias y que nos ayudan a limpiar de virus, bacterias y todos lo que promueve la infección”.
La académica de la USS añade que el peligro es que cuando se seque el barro, se produzca polución, “contaminación ambiental importante que lógicamente puede exacerbar cuadros respiratorios en pacientes con enfermedades crónicas de base o gatillarlo en aquellos que no lo tienen”.
Velastegui complementa que “los ambientes húmedos promueven el crecimiento de hongos, que son uno de los productores de exacerbaciones de cuadros de pacientes crónicos, por lo tanto, si hay humedad, hay mayor probabilidad de descompensación de los pacientes”.
Otro de los cuidados es la prevención de infecciones gastrointestinales, producto del hacinamiento y falta de agua potable. “Hay que optimizar las medidas de higiene: establecer una adecuada ventilación, separar a los enfermos de los sanos, educar a la población, promover una consulta precoz en caso de síntomas respiratorios o digestivos, y además ojala realizar rondas médicas que pudieran ir detectando y tratando en forma oportuna los pacientes para prevenir cuadros más graves”, dice Velastegui.
En cuanto a la alimentación, indica que “la recomendación es consumir agua embotellada y alimentos envasados. Frutas y verduras que vengan desde fuera del lugar”.
Salud mental
Finalmente Velastegui sostiene que un tema no menor, que es la contención emocional de las personas que sobrevivieron a la catástrofe natural. “Hay programas como Chile Crece Contigo que incluso tiene unos kit de emergencia para los niños, también un equipo de profesionales que puede apoyar en estas instancias. Este tema no podemos olvidar que estas personas están pasando por un estrés súper grande que se debe enfrentar no sólo de la parte biomédica, sino también el lado sicosocial, es decir, poder trabajar con ellos desde ya para que puedan entender el fenómeno, lo que está pasando, y así puedan procesarla de la forma más sana posible, ojalá generando un acercamiento y seguimiento a estas personas”.