El último informe de salud de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE, presentado en IPSUSS recientemente, mostró que Chile tiene una de las tasas más elevadas de cesárea (44.7), sólo superado por México  (45.2)  y Turquía (50.4), muy por sobre la media de los 34 países de este grupo (27.6).

En ese contexto, nuestro país refleja un exceso de 40.800 cesáreas por año respecto a la media. Procedimientos que pueden resultar cómodos, e incluso estéticos, según la senadora de la Comisión de Salud Carolina Goic, quien señala que “necesitamos hacer mayor educación y esfuerzos por parte de los equipos de salud en la entrega de información y en el parto humanizado. Porque se necesita una mirada de valorización de la maternidad, porque no es una operación, estás siendo madre”.

Respecto a ese mismo punto, la directora de la carrera de Obstetricia de la Universidad San Sebastián, Andrea Rodríguez, señaló que “desde la matronería es importante educar a la mujer durante sus controles de gestación, empoderarla en todo el proceso para que ella sea la protagonista. Es importante destacar que como profesionales de la salud tenemos que darle la oportunidad, las herramientas y la tranquilidad de tener un parto lo más humanizado posible. Y eso es hablar de que el proceso del trabajo de parto es natural y, por lo mismo, debe ser espontáneo y no se debe apurar. Esto es algo que debemos impulsar como profesionales”.  

En el ámbito de la regulación, la presidenta del Colegio de Matronas y Matrones de Chile, Anita Román, señaló que se debe avanzar en una legislación que abarque desde las cesáreas con consentimiento informado, hasta la humanización del parto.

La profesional menciona que “en una regulación se debe eliminar el PAD de Fonasa, porque el 80% de ellos se realizan en el sector privado, en donde los tiempos de los equipos están por sobre la decisión de las mujeres. Y el Fonasa PAD hoy tiene en hospitales públicos y privados a un gran grupo de mujeres sin la opción lógica de cómo quieren terminar el parto”.

Cada año en nuestro país nacen alrededor de 240 mil niños, de los cuales el 64% lo hace a través del sistema público. De ese porcentaje, 61 mil llegan al mundo a través de cesáreas, representando el 40% de los partos en dicho sistema. En tanto,  en el sistema privado las cesáreas llegan al 76%.

En un comunicado, el director de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, dr. José Andrés Poblete, reconoce que “es un hecho que la asimetría en la atención obstétrica es impresionante, pero no creo que una ley sobre violencia obstétrica vaya a resolver el problema y más aún, pienso que el real impacto de esa ley en la tasa de cesáreas puede ser nulo, tal como ha ocurrido en países como Venezuela. Reconozco que estamos en un punto de inflexión y que necesitamos visibilizar el problema, logrando un acuerdo sin que nadie salga herido, generando debate y no confrontación”.

Según el informe de OCDE,  Islandia es el país con menos cesáreas, con 15.2, le sigue Israel con 15.4 y los países bajos con 15.6.