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Lentes de sol, los héroes del verano
En los últimos días una fuerte ola de calor ha afectado a gran parte del país, llegando a temperaturas que bordean los 37° Celsius, lo que ha generado que los índices de radiación ultravioleta (UV) se mantengan extremadamente peligrosos. Bajo estas condiciones, expertos recomiendan el uso de lentes de sol, elementos que ya dejaron de ser sólo un artículo de moda y se transforman en los protectores de una de las partes más sensibles de nuestro cuerpo: los ojos.
Jueves 12 de febrero de 2015
El 2014 fue el año más caluroso del planeta según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), confirmando lo que varios expertos han dicho durante décadas: el calentamiento global sigue en aumento. Este 2015 no quiere quedarse atrás en la tendencia, especialmente en Chile, que es uno de los más afectados por el agujero en la capa de ozono.
Durante esta última semana hemos vivido una intensa ola de calor con temperaturas que han bordeado los 37°, cifras que han llevado a los expertos a indicar que febrero es el mes más caluroso de los últimos 50 años. Esto vuelve a poner en el tapete la importancia de protegerse de los rayos ultravioleta (UV) que pueden causar grandes estragos ya que son los causantes del cáncer de piel. Pero no solamente hay que preocuparse por este órgano, sino también de nuestros ojos que están igualmente expuestos a la radiación que podría derivar en severas enfermedades si no son cuidados de forma adecuada.
Un órgano sensible
“Debemos dedicar atención al cuidado de párpados y ojos por lo que es imprescindible usar lentes de sol, tanto adultos como niños, con etiquetados que especifiquen filtros para radiación UVA-UVB en porcentaje superior al 95% de bloqueo o absorción hasta los 400 nm de radiación UV”, indicó Paula Figueroa, coordinadora de mención Oftalmología y Optometría de la Universidad San Sebastián.
Lo dice de forma directa y sin darse rodeos porque los párpados, además de sensibles, son la primera barrera de protección que tienen los ojos para evitar los efectos del medio ambiente.
“Si los ojos resultaran dañados por exposición solar, las lesiones producidas serían diversas, desde irritativas a tumorales o degenerativas”, advirtió la académica de la USS. Algunos de los problemas que se podrían presentar en nuestro órgano visual son: queratitis, inflamación de la córnea; conjuntivitis, inflamación de la capa conjuntiva; pterigión, un crecimiento anormal de la misma capa; cataratas, cuando el cristalino se opaca total o parcialmente. Y por otro lado, los párpados pueden generar tumores por la excesiva exposición y absorción de rayos UVA y UVB.
La labor de los lentes de sol
Los lentes de sol han dejado de ser un accesorio para completar el look que tanto soñamos, ya que ahora deben contar con filtros que nos protejan de los dañinos rayos solares pero sin perder nuestro estilo. “El mercado de lentes de sol se ha dirigido a usuarios de todas las edades y crece paralelamente a la necesidad de protección”, acotó la profesional.
Aunque agregó que hay que tener bastante cuidado de comprar lentes. La recomendación es hacerlo en lugares debidamente habilitados, que sean especializados y que puedan certificar calidad y garantía.
Sobre este aspecto, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) señala que es sumamente importante que al momento de adquirir los lentes hay que fijarse en que tengan la indicación en su etiqueta de filtrar la radiación UV, evitar comprarlos en la calle, buscar en la etiqueta que el porcentaje de bloqueo se encuentre entre el 99 y 100 por ciento de la radiación UV o que absorba hasta 400 mm de radiación UV y que es mejor preferir productos que en su rotulado tengan información en castellano: nombre y dirección del fabricante, instrucciones de almacenamiento, uso, limpieza y mantención.
Usarlos de la forma adecuada
Otro dato importante al momento de elegir lentes de sol tiene que ver con la forma. “Hay que preferir aquellos de marcos grandes, envolventes y que se ajusten bien a la forma del rostro”, explicó la coordinadora de mención Oftalmología y Optometría de la USS.
Añadió que "se debe tener mucho cuidado en el caso de los niños, ya que es muy frecuente que los lentes se deslicen hacia abajo por peso, pequeña nariz o ajuste deficiente. Por eso hay que optar por lentes de monturas livianas, que se adapten cómodamente, de varillas largas que ajusten bien en orejas e instar al niño al uso de bandas elásticas o correas alrededor de la cabeza para sostenerlos mejor”. Esto debido a que el cristalino de los niños es casi transparente hasta los 10 o 12 años, por lo que sus ojos absorben toda la radiación.
Finalmente la docente indicó que “es importante usarlos diariamente e instruir a quienes lo desconozcan, ya que es un factor clave para prevenir”. Pero no solamente los lentes nos pueden ayudar a proteger nuestros ojos, el uso de gorros, sombreros de ala ancha y viseras en las horas de mayor radiación, también ayuda. Y no olvidar que no sólo hay que utilizarlos en las épocas más calurosas donde la radiación marca índices históricos, sino todo el año.