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Verano en la playa: ¿Qué hacer ante una asfixia por inmersión?
En temporada veraniega, no sólo hay que preocuparse de lo que hacen los niños en la orilla de la playa, sino también de las conductas temerarias de algunos bañistas que pueden ahogarse por no respetar las normas de seguridad.
Lunes 15 de enero de 2018
Disfrutar de las vacaciones, no implica descuidarnos por completo de algunos cuidados básicos y de actuar con responsabilidad, no sólo para proteger a los niños de algún accidente, sino también a nosotros mismos, de diferentes riesgos en el mar, lago o río.
Valeska González, académica de la Facultad de Enfermería de la U. San Sebastián indica que en la playa “lo primero que tenemos que fijarnos es si es una zona apta para el baño y en las indicaciones que coloca la autoridad marítima en los distintos balnearios, respetando la prohibición de ingresar al mar o a lago si hay bandera roja y tener mucho cuidado con los niños en la orilla”.
También dice que es importante saber si hay un salvavidas en el lugar y si los niños van a bañarse “tienen que usar un chaleco salvavidas y no las típicas alitas, porque se salen o resbalan desde los brazos”.
En el caso del chaleco, la académica precisa que “tiene que ir enlazado entre las piernas, especialmente cuando se trata de niños más pequeños y de contextura menuda, porque si se sumerge, el chaleco saldrá hacia arriba porque es lo que va a flotar”.
La otra precaución que se debe tener con los niños es que siempre estén acompañados por un adulto y que no jueguen en zonas donde se formen corrientes de agua que los pueda arrastrar.
Asfixia por inmersión
La enfermera también advierte que la seguridad también es relevante para los adultos y los bañistas que puedan tener conductas imprudentes, con el peligro de ahogarse.
Cuando se trata de una persona que sufrió un principio de asfixia por inmersión, pero que logró salir por sus propios medios y está consciente, hay que ayudarlo a sentarse para que pueda eliminar el agua que tiene en sus vías respiratorias y pedir apoyo del salvavidas para luego trasladarlo a un centro asistencial. Esto porque “existe el riesgo de sufrir un edema en los pulmones producto del agua que ingresó a las vías respiratorias”.
La enfermera precisa que “si una persona se ahogó y fue sacada del mar con pérdida de consciencia, lo que se debe hacer es recurrir al salvavidas o alguien que sepa efectuar las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), que son compresiones torácicas y ventilación boca a boca. El objetivo es que el afectado salga del paro cardiorrespiratorio y los cuidados posteriores tienen que ser realizados en un recinto hospitalario”.
Agrega la enfermera que “lo que se evalúa posteriormente es el nivel de compromiso que le provocó esta asfixia por inmersión y evaluar al paciente totalmente y ver cómo están funcionando sus pulmones, el corazón y el cerebro, porque por algunos minutos, no hubo suficiente irrigación sanguínea y oxígeno a los distintos sistemas del cuerpo”.
Asimismo, enfatiza que “los diez primeros minutos desde ocurrido este accidente son de oro, porque dependiendo de lo rápido del rescate, las maniobras de reanimación y su ingreso a un recinto asistencial, dependerá si habrá o no eventuales secuelas respiratorias, circulatorias y neurológicas”.
Otra conducta muy peligrosa son los piqueros en roqueríos y que terminan sufriendo un Traumatismo Raquimedular o un TEC craneano. Al respecto, la docente de la USS asegura que ante esos casos, hay que pedir ayuda rápidamente a la autoridad marítima, porque “la persona afectada tiene que ser rescatada con una camilla o tabla espinal, para no provocarle mayores daños o agudizar el trauma cervical o craneano”.