El rol de la psicología en la atención primaria

El reto para los psicólogos que están vinculados a la atención primaria corresponde a las acciones en el ámbito de la promoción y prevención. El rol que cumplen es central en las acciones promocionales en contextos familiares, escolares y comunitarios, como ser un agente también que favorezca ambientes protectores.

Jueves 5 de noviembre de 2015

El rol de la psicología en la atención primaria
escrito por

Rodrigo Venegas, Profesor Escuela de Psicología, Universidad San Sebastián

El Chile actual está caracterizado por las altas tasas de prevalencia de desordenes mentales. Cada cierto tiempo, emergen estudios que dan cuenta de los significativos niveles de estrés, ansiedad, depresión, y suicidio adolescente entre otras dolencias que aquejan a nuestra población.

La constatación de dicha realidad la podemos ver en múltiples investigaciones, por ejemplo, el "estudio de Prevalencia de Patología Psiquiátrica en Chile" del 2001 mostró que un 36% de la población mayor de 15 años, había tenido un desorden psiquiátrico a lo largo de su vida, mientras que un 22,6% había tenido un desorden en los últimos 6 meses.

Por su parte, estudios realizados por consultantes en Atención Primaria en Salud (APS) informan que es posible encontrar trastornos emocionales hasta en 50% de las personas que se atienden en el nivel primario de salud (1, 3–6).

A partir de ello y en virtud de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), emerge el Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría (PNSMP) basado en la idea de una red con servicios comunitarios, ambulatorios y hospitalarios, donde se ha ido evolucionando desde un modelo biomédico a uno biopsicosocial donde profesionales como psicólogos y psicólogas tienen mayor cabida y preponderancia.

En la intervención en salud mental donde psicólogos/as participan podemos nombrar la Intervención de trastornos depresivos, Trastornos de hiperactividad, trastornos psiquiátricos más relevantes (EZQ), trastornos asociados a Alzheimer, pero también roles que implican trabajo con redes más amplias como el sistema jurídico en la intervención de la salud mental asociado a violencia (maltrato infantil, abuso sexual, violencia, política etc.) y una importante labor en el ámbito comunitario y social comunitario como son las acciones de promoción y prevención en salud mental.

Un reto de los tiempos para los psicólogos/as vinculadas a la salud primaria corresponde a las acciones en el ámbito de la promoción y prevención. Al respecto, las orientaciones técnicas y programáticas del Ministerio de Salud nos plantea que se entenderá por promoción "la generación de entornos saludables considerados como los escenarios comunitarios o locales donde deben existir oportunidades y condiciones para el desarrollo tanto individual como colectivo. Mejorar la calidad de vida y el estado de salud " : Lo anterior implica que el rol del psicólogo/a es central en las acciones promocionales en contextos familiares, escolares y comunitarios, como también en ser un agente que favorezca ambientes protectores para la generación de vínculos nutritivos y en la tarea de aunar trabajo intersectorial.

Un segundo espacio para el cual debemos preparar a las actuales y futuras generaciones de psicólogos y que ocupa un lugar relevante corresponde a las acciones de salud preventivas que implican concentrarse en fortalecer los factores protectores y disminuir o al menos gestionar los factores de riesgo en salud mental, diferenciados por etapa del desarrollo y género.

El rol del psicólogo y psicóloga en ésta dimensión va desde programas de prevención comunitaria de la violencia de género, como también prevención del abuso sexual infantil en establecimientos educacionales, identificación de factores de riesgo familiar, fortalecimiento de redes comunitarias de salud mental hasta las visitas familiares integrales.

Finalmente, el desafío que genera, a las instituciones de educación superior, la inserción de psicólogos y psicólogas en el sistema de salud primaria implica formar profesionales que puedan ser capaces de trabajar interdisciplinariamente, siendo un aporte desde su disciplina específica sin perder su singularidad dentro del modelo biomédico aún imperante, de igual modo, se ha de poder generar un currículum formativo que acentúe habilidades sociales (escucha activa, manejo de conflictos, tolerancia a la frustración, asertividad etc.), y la búsqueda creativa de soluciones. Pero por sobre todo, profesionales psicólogos y psicólogas que valoren la prevención y promoción como acciones centrales en la salud mental de una comunidad y un país, con la profunda convicción que una acción de promoción y prevención efectiva es un aporte para el bienestar general y que involucra un cambio fundamental en la vida de las personas y abre ventanas de oportunidades a las mismas.

 

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