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18% de los usuarios de isapres fueron a un hospital por una urgencia médica
Según encuesta del Instituto de Políticas Públicas en Salud (IPSUSS) de la Universidad San Sebastián que midió la percepción que tiene la población de las comunas del Gran Concepción, sobre la atención que entregan los servicios de urgencia. La muestra también arrojó que un 7% de los afiliados a Fonasa acudieron a una clínica o centro privado por la misma situación.
Jueves 1 de septiembre de 2016
Dos de cada 10 personas afiliados a isapres que acudieron a un servicio de urgencia en el Gran Concepción, lo hicieron en un hospital público. Mientras que 1 de cada 10 usuarios de Fonasa fueron a una clínica o centro privado, según señala la encuesta realizada por el Instituto de Políticas Públicas en Salud (IPSUSS) de la Universidad San Sebastián.
El estudio midió la percepción que tiene la población de las principales comunas de la capital penquista (Concepción, Coronel, Chiguayante, Talcahuano y San Pedro de la Paz) sobre la atención de salud que se brinda en las urgencias tanto del sistema público como privado.
Sobre cuáles son las razones por la que asistió a un hospital o clínica, casi cuatro de cada 10 personas contestaron que por un problema de salud considerado urgente y que ponía en riesgo su vida. Mientras que cinco de cada 10, por algo medianamente urgente (se sentía muy mal o asustado) y un 13% no fue por una emergencia.
Cuando se les consultó a qué recinto asistió por su problema de salud, la mayoría de los que acudieron por una emergencia en el caso de Fonasa lo hizo a un hospital, mientras que los de isapres a una clínica. En el caso de los cuadros leves, los beneficiarios del sistema público a un consultorio o centro de atención primaria.
Un 33% de las personas que se atienen en el sistema público declara que asistió a la urgencia por una enfermedad crónica y 49% por cuadros agudos o síntomas que aparecieron hace poco tiempo.
Respecto a si fue resuelto su problema de salud por el cual asistió a la urgencia, un 18% de quienes fueron atendidos en el sector público dijo “me atendieron pero no resolvieron mi problema” o “no me atendieron”, mientras que igual respuesta en el sector privado llegó a 13%.
En relación a cuánto tiempo demoró en ser atendido desde que llegó hasta que se fue de la urgencia, un 36% de quienes fueron atendidos en clínica dice “menos de una hora”; 40% “entre una y dos horas”; 17% “entre dos y cinco horas” y 6% “más de seis horas”.
Por su parte, quienes asistieron a un centro público, 35% demoró “menos de una hora”; 29% “entre una y dos horas”; 20% “entre dos y cinco horas” y 17% “más de cinco horas”.
Frente a estos resultados, el vicedecano de Medicina de la Universidad San Sebastián, Mario Fernández indicó que “la atención de urgencia en los principales centros asistenciales públicos y privados de la región no escapa a la realidad del país, en términos de que la percepción de los usuarios es que se trata de un servicio de mala calidad y que el sistema no está preparado para la demanda”.
Con este estudio, especificó el doctor Fernández, se buscó “objetivar el tipo de usuario que frecuenta cada servicio de urgencia, las razones que justifican esta demanda y la percepción respecto de la calidad y oportunidad de la atención recibida”.
En cuanto a los resultados, detalló que sorprendió “el grado de conocimiento de los usuarios sobre lo que es una atención de urgencia y asimismo llamó la atención que los tiempos de espera son similares en los servicios de urgencia públicos y privados, al igual que el nivel de satisfacción de los usuarios”.
El estudio de IPSUSS también consultó -dentro de un listado de problemas de salud- a qué establecimiento asistiría para ser atendido, la mayoría iría a un hospital o clínica en caso de un accidente automovilístico (81%), pérdida de conciencia (75%) y sangramiento ginecológico (63%), En tanto, en caso de vómitos, lumbago y dolor abdominal están entre las primeras menciones que los usuarios hacen para dirigirse a ser atendidos en los centros de atención primaria (Cesfam) o Sapu.
En relación a esto el director del IPSUSS, Manuel José Irarrázaval, señaló que estos datos “hablan del conocimiento que tiene la gente, en un grado razonable aunque insuficiente, de comprensión de los síntomas y racionalidad de la decisión a donde concurren. Adicionalmente, esto abre la oportunidad de generar sitios de atención de urgencias para las cosas menos graves (Sapus). Esto demuestra que es imperativo continuar educando bien a la gente e implementar medidas que permitan que aquellos que consultan por síntomas menos importantes, no atochen las urgencias de los hospitales”.