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Liderazgos, dirigencias sociales y participación
La participación social es fundamental para articular sociedades hacia el desarrollo, ya que es uno de los mecanismos que permite garantizar la construcción de políticas públicas que reflejen las necesidades y dolores de las y los ciudadanos y de sus territorios.
Lunes 9 de agosto de 2021
Esta participación es crucial y se constituye en un elemento indispensable que hace posible poner a prueba y desarrollar capacidades humanas y estructuras, que desde la comunidad posibilitan la producción de cultura, política, estrategias y acciones para ella. Es decir, abre las posibilidades para el desarrollo endógeno y la transformación social.
Actualmente, existen en Chile 234.500 organizaciones de la sociedad civil, cada una con sus liderazgos. En nuestro país, y si queremos que las dirigencias lideren hacia caminos transformadores, es necesario que los liderazgos se gesten desde la asociatividad, entendida como la acción que desarrolla un grupo de organizaciones que mediante la propia voluntad y manteniendo su autonomía, participen en estrategias de trabajo colaborativo, con objetivos claros y bien definidos que permitan gestar el bienestar de las comunidades involucradas.
Sin embargo, contar con dirigencias sociales no garantiza trabajar desde la colaboración y la asociatividad. Para ello se requiere voluntad asociativa, es decir, ese “querer hacer” que impulse el trabajo comunitario y dirigencial de manera dinamizadora, que busque con determinación el logro de objetivos, pero siempre de manera colectiva. Para ello, la voluntad asociativa necesita ser reconocida, requiere ser puesta en valor y necesita ser develada.
De otro modo, la ausencia de esta voluntad asociativa generará disfuncionalidades, apatías participativas y prácticas paternalistas que van a dificultar el desarrollo y el logro de los objetivos que movilizan el trabajo comunitario y dirigencial.