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Obesidad, la epidemia que requiere de nuestra atención
Chile pasará de tener el 28,9% de la población adulta con obesidad a 34,6% en 2025. Todos los países aumentarán su tendencia a la obesidad y sumado a esto, los costos en salud por las enfermedades relacionadas a esta condición también se elevarán.
Jueves 18 de octubre de 2018
La obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, y cada año mueren, como mínimo, 2.8 millones de personas a causa de ella. Aunque se le consideraba un problema a los países de altos ingresos, en la actualidad la obesidad también es prevalente en los países de ingresos bajos y medianos.
Según la Federación Mundial de la Obesidad, Chile estará dentro de los 20 países con más población obesa del mundo para el año 2025, donde una de cada tres personas sufrirá esta condición. En ocho años más, a nivel planetario, 2 mil 400 millones de adultos tendrán sobrepeso y 800 millones serán obesos.
En la conmemoración del Día Mundial de la Obesidad, se dio cuenta que nuestro país pasará de tener el 28.9% de la población adulta con obesidad a 34.6% en 2025. Todos los países aumentarán su tendencia a la obesidad y sumado a esto, los costos en salud por las enfermedades relacionadas a esta condición también se elevarán.
De acuerdo al género, las mujeres lideran la tendencia con un 32.8% de la población, mientras que los hombres llegan al 24,8% de los adultos.
Pero, ¿qué es la obesidad? De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud; cuyas principales causas son factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas, entre las que se incluyen la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, aunque los factores de sobrepeso y obesidad son complejos y a menudo específicos para el individuo.
También es posible que otros aspectos refuercen esta patología, tales como los episodios de sufrimiento psicológico como ansiedades, depresión, estrés, entre otros y advierte que algunas personas pueden también experimentar predisposición genética.
El consejo inicial es aprender a comer bien, equilibrando nuestra alimentación en horarios establecidos, aumentando el consumo de frutas y verduras, y mayor consumo de agua, todo en conjunto con una actividad física, además de asesorarse por profesionales nutricionistas, quienes son los indicados para poder ayudarnos en este tema.