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Cómo el deporte ayuda a construir una sociedad inclusiva
El deporte adaptado ayuda a una rehabilitación efectiva por la activación de la musculatura, y además potencia el control y la autoconfianza.
Viernes 2 de junio de 2017
Acaban de finalizar, en el Gran Concepción y en otras ciudades de la Región del Biobío, los III Juegos Deportivos Nacionales y II Paranacionales 2017, que constituyeron un importante hito deportivo que pocas veces se realiza fuera de Santiago. Se trató de una nueva vitrina para el quehacer del deporte nacional y, además, una oportunidad para promover su práctica en toda la comunidad sin distinciones.
En el torneo se desarrollaron competencias en disciplinas convencionales, como el atletismo y la gimnasia artística, pero también en deportes adaptados como el básquetbol en silla de ruedas y el tenis de mesa, además del goalball, que es un deporte creado para personas con discapacidad visual.
Si bien bastante se ha escrito acerca de los valores y aportes derivados de la práctica de actividad física y deportiva, pocas veces se habla acerca de esos mismos pero orientándolos a las personas con discapacidad. Y es que dentro de los distintos tipos de beneficios que se conocen -sean de tipo físico o psíquico-, el desarrollo de una actividad fisico-deportiva posee mucho potencial para mejorar la salud y calidad de vida de quien lo practica.
En este sentido, cabe señalar que el deporte adaptado también puede aportar al mejoramiento de la salud -entendida como un completo estado de bienestar físico, psicológico y social- de las personas con discapacidad ya sea ésta innata o adquirida. Por ejemplo, en el ámbito fisiológico puede mejorar y mantener la condición física; en el ámbito psicológico, potencia la auto imagen y auto estima y, en el ámbito social, de manera muy especial, ayuda a crear vínculos afectivos con entrenadores y compañeros. Todo ello, junto con las nuevas normativas legales en la materia, representa una importante contribución para alcanzar una verdadera inclusión, potenciando de esta manera la autonomía.
Prueba de los logros que han podido alcanzarse en este ámbito, se pueden nombrar los buenos resultados en competencias internacionales obtenidos por algunas deportistas destacadas que han brillado en competencias paralímpicas. Por ejemplo, la pesista Camila Campos, quien consiguió la primera presea dorada para Chile en la categoría de 55 kg. en la copa del Mundo de Hungría 2017, y Katherine Wollermann, deportista del Biobío que alcanzara el cuarto puesto en canotaje en los Juegos Paralímpicos de Rio 2016. Cabe señalar que si bien estos logros se alcanzaron en el deporte competitivo pueden inspirar a las demás personas con discapacidad, e incluso sin ella, a desarrollar una práctica física y trabajar para la auto-superación.
Por ello es significativo recalcar también los beneficios psicosociales que tiene el deporte adaptado, los que pueden, de manera progresiva, ayudar a una rehabilitación efectiva a través de la activación de la musculatura propiciada por el ejercicio, otorgando mayor sensación de control y autoconfianza. A la vez, se transforma en una actividad que favorece el disfrute y la satisfacción alcanzados a través del esfuerzo, lo que puede llegar a ser una experiencia positiva, resaltando el valor por la diversidad en las áreas terapéutica, educativa, recreativa y competitiva.
Es importante decir que para lograr de buena forma estos objetivos es necesario que quienes aspiren a trabajar con personas discapacitadas se preocupen de capacitarse y adquirir los conocimientos necesarios en fisiología, psicología y normativas legales. Todo eso con el fin de aprovechar las oportunidades que otorga el trabajo en el ámbito de la actividad física y el deporte adaptado y, al mismo tiempo, promover la salud en personas con discapacidad, fomentando la investigación en este ámbito a nivel local. De esta manera, podremos aspirar a tener una sociedad más activa y saludable, incluyendo a todos sus ciudadanos sin distinción de sus capacidades.