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Políticas públicas adecuadas impulsan la movilidad social
Según los resultados del informe de la OCDE que mide movilidad social, el 20% de los hombres nacidos en condición de pobreza en Chile llegan a pertenecer con el tiempo al 25% más rico de la población.
Viernes 23 de noviembre de 2018
Si pensamos en un niño que ha nacido en una familia de bajos ingresos en Chile, vale preguntarse si ¿tendrá probabilidad de cambiar de condición, es decir, moverse a un estrato de mayores ingresos?
Para responder esta pregunta es necesario acudir al concepto de movilidad social. Se refiere al movimiento de las personas de un nivel socioeconómico a otro. Este concepto puede analizarse desde dos aspectos, el horizontal que considera el paso de los individuos de una rama industrial a otra y el vertical ascendente. Este último se explica de la siguiente manera: hay movilidad social cuando, por ejemplo, este niño accede a cambiar su condición de pobreza, es decir, de adulto logra salir de este estado y pertenecer a un nivel socioeconómico más acomodado.
A pesar de que es una difícil tarea, no es imposible para algunos, es más, según los resultados del informe de la OCDE que mide movilidad social, el 20% de los hombres nacidos en condición de pobreza en Chile llegan a pertenecer, con el tiempo, al 25% más rico de la población, o sea, se logra salir del círculo de la pobreza.
Por otro lado, la OCDE concluye, al comparar los ingresos de los hijos respecto de sus padres, que en Chile la probabilidad de que el hijo de una persona perteneciente al cuartil de menores ingresos se mantenga en el mismo nivel es baja, y que la probabilidad de que ascienda al cuartil de mayores ingresos del país es alta.
Sin duda, a pesar de lo alentador de estos resultados en que vemos que existe movilidad social e incluso mayores oportunidades en los sectores más pobres, considero que este indicador es solo una aproximación a la realidad social de Chile. Aún queda una larga tarea para permitir que un mayor porcentaje de la población pueda, en algún momento, acceder a mayores ingresos y mejores condiciones de vida.
Rol del Estado
También es interesante formularnos la siguiente pregunta: ¿Por qué en ocasiones no existe movilidad social?Principalmente es un problema de acceso a igualdad de oportunidades, como también la existencia de educación deficiente, desigualdad de ingreso o limitado acceso al crédito, entre otras circunstancias, que detonan que este niño siga en el círculo de la pobreza y que sus generaciones futuras también queden en este segmento.
Sin lugar a dudas el rol del Estado es fundamental. Su labor es diseñar e implementar políticas orientadas a disminuir la severidad en la pobreza y con ello brindar un mayor acceso a oportunidades que permita esta movilidad, por ejemplo, desarrollar programas que promuevan el acceso al crédito de familias, reinserción social, aumentar el consumo, realizar mejoras en educación en términos tanto de calidad como de becas y créditos. Asimismo, es importante desarrollar políticas que permitan el acceso a salud de calidad, mejores viviendas, entre otros aspectos, que promuevan la calidad de vida de las personas generando un desarrollo sustentable en el tiempo.
Dimensiones social y económica
¿Por qué incentivar la movilidad social? Esta pregunta la podemos abordar en un principio en dos dimensiones: social y económica.
Desde el punto de vista social, potenciar la movilidad permitiría a un gran número de personas y familias salir de su condición de vulnerabilidad, lo que sin duda favorecería notoriamente su calidad de vida. Esto permitiría reducir en muchos casos los niveles de delincuencia y drogadicción, entre otros aspectos.
Desde el punto de vista económico, tiene grandes implicancias en términos del desarrollo económico, pues permite enfrentar y bajar los niveles y la severidad de la pobreza en nuestro país, mejorar indicadores económicos, incentivar el crecimiento y el empleo, entre otros. También permitiría cumplir con los desafíos propuestos por el Ministerio de Desarrollo Social y sus servicios relacionados durante el periodo 2018-2022, en la búsqueda de la erradicación de la pobreza y una mayor protección social de las personas o grupos vulnerables.
Para tal propósito es de suma importancia medir la movilidad social, específicamente para cambiar el enfoque del diseño y ejecución de políticas públicas, permitiendo generar programas considerando que la condición de pobreza no durará por siempre, sino que más bien será de carácter transitorio. Lo anterior posibilitará generar programas sociales que se adecuen realmente a las necesidades familiares, enfocándose en quienes más lo necesitan abarcando a un mayor número de la población.