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La formulación de soluciones y estrategias en situaciones de crisis
La inversión en ciencia, tecnología e innovación en Chile se enmarca en alrededor de 0.4% del producto interno bruto (PIB) desde hace más de una década y la principal fuente de recursos proviene del Estado.
Martes 24 de noviembre de 2015
La crisis que vive la ciencia en Chile ha sido tema de prestigiosas revistas como Science y Nature. Pero, parece ser que no es poco frecuente que cuando una economía se deprime, el valor de la ciencia desaparece. Es lo que ha ocurrido en Europa y en Estados Unidos, donde el aporte presupuestario para este desarrollo también se ha reducido.
La inversión en ciencia, tecnología e innovación en Chile se enmarca en alrededor de 0.4% del producto interno bruto (PIB) desde hace más de una década y la principal fuente de recursos proviene del Estado. Esto es una cifra notoriamente menor comparada con países más desarrollados. Estados Unidos y Alemania invierten 2.8% y Gran Bretaña 1.7% del PIB.
Esta etapa de crisis nos enfrenta a una oportunidad para formular soluciones y estrategias. Los lineamientos y orientaciones que ha vertido la comunidad científica se dirigen hacia políticas de inversión continua en la ciencia con aporte público y privado, institucionalidad a través de un Ministerio de Ciencia y Tecnología con un plan de trabajo independiente de las prioridades políticas, incorporación efectiva de investigadores de retorno, fortalecer las empresas innovadoras e incorporar la cultura de la ciencia en la empresa privada.
Pero, también se hace necesario una transferencia tecnológica efectiva de los proyectos de ciencia aplicada, en el cual existe una anacronía o desincronización entre las legislaciones vigentes y/o las políticas públicas para incorporar los productos tanto en el mercado interno como externo, como es el caso de la biomedicina. Sólo 5% del total de las exportaciones chilenas corresponden a ventas de alta tecnología, muy por debajo de otros países sudamericanos.
Está demostrado que el desarrollo científico entrega una mejor calidad de vida. La obtención de nuevos conocimientos, tecnologías e innovaciones tiene efectos directos sobre la economía, la sociedad, la cultura, la educación y la salud. Sólo invirtiendo en ciencia se supera la crisis económica y se avanza en el desarrollo.