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VIH y test rápido
Este examen se ha propuesto para llegar a las poblaciones vulnerables que no están accediendo los tradicionales métodos de detección. Sin embargo se requieren más investigaciones sobre como apoyar este test con las pruebas confirmatorias, la prevención, el tratamiento y la atención en los servicios especializados.
Lunes 11 de diciembre de 2017
Según el informe “Ending AIDS” de ONUSIDA, el número anual de nuevas infecciones por VIH entre adultos en América Latina se ha mantenido estable desde 2010, y si bien las nuevas infecciones han disminuido en gran parte de los países, en Chile se ha observado un aumento de 34%.
Las metas proyectadas son 90-90-90 para el curso del VIH/SIDA al 2020 en tres objetivos. El primero es que las personas con VIH conozcan de su estado, el segundo que las personas que viven con VIH accedan a terapia retroviral y el tercero es que en personas que reciben terapia desciendan su carga viral. En Latinoamérica se ha alcanzado a la fecha 81, 72 y 79% respectivamente. No obstante, en Chile, sólo 69% conoce actualmente el estado de portación del virus, muy por debajo de la media regional.
Por otra parte, el Ministerio de Salud informó que en el período 2010 – 2016, el número de casos confirmados de VIH/SIDA aumentó en 66%, concentrándose principalmente en la población de 20 a 29 años. El grupo de mayor riesgo son los adolescentes de 15 a 19 años, donde se ha observado un incremento sostenido desde 1999 y un alza de VIH de 74% entre 2009 y 2013. Algunas agrupaciones señalan que al día en Chile, dos personas mueren y 20 se contagian de esta infección. La situación se ha considerado alarmante y se ha declarado que sólo estamos viendo la punta del iceberg y que nos enfrentamos a una epidemia de VIH/SIDA.
En este contexto, se han implementado algunas estrategias sanitarias como la puesta en marcha de pilotos en el sector público para el diagnóstico de VIH a través de un test rápido, donde con unas gotas de sangre dentro de 15 minutos se puede acceder al resultado. Así, la Corporación Sida Chile, aplicaría 30 mil test a estudiantes universitarios a marzo de 2018.
El test rápido ha sido propuesto como un enfoque para llegar a las poblaciones vulnerables que no están accediendo los tradicionales métodos de detección, tales como aquéllas que se inyectan drogas, hombres que tienen sexo con hombres y personas trabajadoras sexuales. En este escenario, también podríamos considerar a la población adolescente de nuestro medio, quienes muchas veces no acceden a las prestaciones que se ofrecen dentro de los centros de salud y, esta opción, se avizora como una forma de poder apoyarles en un diagnóstico precoz de la infección.
En una publicación reciente, que resume el análisis de 618 estudios que emplearon este test rápido, concluye que esta técnica apoya el diagnóstico en poblaciones donde se ha observado incremento de VIH/SIDA y que de lo contrario no se realizarían la prueba. Sin embargo se requieren más investigaciones sobre como apoyar este test rápido con las pruebas confirmatorias, la prevención, el tratamiento y la atención en los servicios especializados.
En Chile, la implementación de políticas para enfrentar la infección de VIH/SIDA ha sido compleja y difícil. El desafío es revertir el bajo presupuesto que se destina hacia la prevención, sólo cerca de 20%, focalizar los grupos vulnerables y seguir avanzando en las brechas culturales y de estigmatización que se tienen sobe esta infección. La educación de conductas sexuales responsables es un medio fundamental de preparar a los y las jóvenes para protegerse del VIH. Pero, además de disponer de servicios integrales de salud para abordar esta epidemia, que garanticen la prevención, un diagnóstico expedito y el acceso al tratamiento, es fundamental reducir la discriminación y la muerte social de quienes la padecen.