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Violencia Intrafamiliar
Estudios chilenos señalan que una de cada tres mujeres ha vivido violencia física, sexual o psicológica por parte de sus parejas o ex parejas, y que en promedio la mujer demora alrededor de siete años en visibilizar ante la justicia su situación.
Lunes 28 de diciembre de 2015
Nos encontramos finalizando el año, y a la fecha, ya superamos dentro del contexto de la Ley de Violencia Intrafamiliar, la barrera de las cuarenta mujeres víctimas de femicidio en Chile, una de las expresiones más brutales de violencia de género, donde se asesina a la mujer sólo por el hecho de ser tal...una mujer.
Estudios chilenos señalan que una de cada tres mujeres ha vivido violencia física, sexual o psicológica por parte de sus parejas o ex parejas, y que en promedio la mujer demora alrededor de siete años en visibilizar ante la justicia su situación.
Es así, que todo este período de violencia sutil, oculta e invisible no tiene trascendencia social y es más, continúa siendo un tema trivializado y considerado de índole doméstico o privado. En este ambiente familiar inhóspito, la mujer y/o sus hijos/hijas, se transforman en víctimas silenciosas para el entorno, donde en muchas ocasiones, este maltrato familiar se justifica como algo legítimo, necesario y como única herramienta o solución para resolver los problemas internos.
En promedio en Chile, se observa una tasa de denuncia que supera los 230 casos de niños/niñas y adolescentes víctimas de violencia intrafamiliar por cada 100.000 habitantes. Se ha demostrado, que estas prácticas de maltrato físico y/o psicológico se aprenden y se van perpetuando generacionalmente como una forma cotidiana de comportamiento que luego se expresa en las relaciones de pareja con vivencias de servidumbre y dominio desde sutiles hasta violentos.
La violencia doméstica contra las mujeres debe dejar de ser un problema privado, sino que es necesario que sea reconocido como público, con dos desafíos centrales, la prevención y el acceso a la justicia. Para una prevención efectiva se requiere cambios culturales profundos con intervención desde la formación educacional, de tal forma de eliminar los estereotipos sexistas y elementos discriminatorios.
Reconocer que se es víctima de violencia es primordial y solicitar la ayuda es un paso complejo. Aquí, es crucial un marco jurídico legal que sancione drásticamente la violencia doméstica. En este contexto, la ley chilena es insuficiente hoy para prevenir y erradicar este tipo de violencia, donde los hechos muestran que en muchos casos de femicidios, había denuncias previas de maltrato que no se resolvieron en forma apropiada en el sistema judicial.