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Presiones inflacionarias
La guerra entre Rusia y Ucrania vino a incrementar el escenario de especulación que se venía registrando tras la pandemia.
Sábado 19 de marzo de 2022
En materia económica, en nuestra sociedad hay ciertos consensos, uno de ellos es el impacto de la inflación en nuestra economía para el 2022, todo esto producto de las cifras con el que cerró el año pasado, con una inflación de un 7,2%, que es una de las más altas de los últimos diez años.
Antes de continuar, y sólo para recordar, se suele definir el concepto de inflación como el aumento generalizado y continuo en el nivel general de precios de los bienes y servicios de la economía. En los círculos económicos cuando se conversa sobre el concepto de presiones inflacionarias, generalmente, se refieren a las causas que desencadena la inflación, las que suelen ser divididas en estructurales y acumulativas.
Sobre la base de ello, los informes económicos de expertos nacionales y extranjeros -y en especial lo manifestado por el Banco Central en sus informes de política monetaria-, indican que las presiones inflacionarias seguirán presentes, las que surgen previa a la guerra entre Rusia y Ucrania, y sus efectos en el aumento de precios del petróleo, sabiendo que somos “fósiles dependientes”.
Con todo, se afirma que los precios al consumidor seguirán aumentando y que se está a la espera de la mirada del Banco Central con respecto a las tasas de interés, todo esto se verá reflejado en nuestro poder adquisitivo e impactará fuertemente a las familias de más bajos ingresos, por lo que hay que estar atentos a las señales que nos entreguen los agentes económicos internos, y especialmente las señales externas.
Se habla también que serán dos años de ajustes, esto sin incorporar el impacto de la guerra ruso-ucraniana, este grave conflicto geopolítico, que está trayendo impactos y presiones inflacionarias en términos globales, con un alcance veía desde la Segunda Guerra Mundial.
Es el momento que nuestros agentes económicos pongan su atención en analizar lo económico y tener la flexibilidad suficiente para responder a los desafíos económicos externos, que no serán ajenos en nuestra economía; considerando además que tenemos un bajo poder de negociación internacional.
La Región de Los Ríos no está ajena a estas presiones inflacionarias. Tenemos actividades donde nuestros insumos para producir, por ejemplo, en lo silvoagropecuario, se están viendo ya afectados con alzas significativas en sus precios, los que son traspasados a los consumidores.
