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Cómo mejorar tu pensión y capacidad de ahorro
Desde Ahorro Previsional Voluntario (APV), definir perfil de capacidad de inversionista y establecer la relación positiva entre rentabilidad y variabilidad son algunos de los tips para mejorar ahorro y pensiones.
Martes 10 de octubre de 2017
Para nadie es un misterio que el debate en torno a cómo mejorar las pensiones ha marcado la agenda pública durante los últimos años. Y mientras las posiciones se debaten entre quienes desean terminar con las AFPs versus quienes aspiran a generar mejoras al sistema desde una posición colaborativa lo cierto es que los únicos que continúan postergados son los ciudadanos quienes sólo desean tener una buena calidad de vida y saber cuáles son las vías e instrumentos a los cuales pueden recurrir para mejorar sus pensiones y ahorro al momento de jubilarse tras toda una vida de trabajo.
Una de las recomendaciones para las personas es conocer la oferta de productos e instrumentos que ofrece el mercado de pensiones. Asegura que en el caso del ahorro para las pensiones, el monto obligatorio solo puede ser invertido en los multifondos A, B, C, D y E, siendo que el A es el más riesgoso (hasta un 80% del fondo puede ser renta variable) y E el menos riesgoso (solo hasta el 5% puede ser renta variable). Sin embargo, si uno quiere diversificar aún más sus fondos de pensión, lo recomendable sería invertir en Ahorro Previsional Voluntario (APV), que cuenta con muchas más alternativas de fondos de inversión, y que incluso puede ser contratado en otras instituciones financieras, distintas de las AFP.
Respecto de los instrumentos de inversión, en general es importante definir el perfil del inversionista. ¿Para qué se quieren los ahorros? Si se necesitan para comprar en unos meses o años un inmueble o un automóvil, entonces es mejor invertir en instrumentos de bajo riesgo, como depósitos a plazo. Si los ahorros son “capital de riesgo” (plata que uno estaría dispuesto a perder sin mayores ajustes en el presupuesto personal), entonces podría ser interesante invertirlos en instrumentos de renta variable, como acciones, derivados, o algunos instrumentos más complejos.
Es importante considerar que hay una relación positiva entre rentabilidad y variabilidad. Una acción, que normalmente es considerada “renta variable”, tiene ese apelativo justamente porque su valor es altamente volátil, pero podría tener una rentabilidad muy atractiva. En cambio, un bono del Tesoro de Estados Unidos, puede tener una rentabilidad más baja, pero una seguridad más fuerte. En el extremo, un depósito a plazo en el banco es de una seguridad absoluta, pero con una rentabilidad muy poco atractiva.