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Autismo y la necesidad de inclusión en Chile
El “espectro del autismo” (TEA) es una condición del neurodesarrollo caracterizado por dificultades en la interacción y comunicación y por la presencia de patrones repetitivos y estereotipados de la conducta.
Domingo 12 de junio de 2022
Cada persona diagnosticada bajo esta condición vive su propio autismo. Sin embargo, hay un punto en el que todos los casos coinciden: las consecuencias que esta condición trae a nivel familiar, escolar, laboral y social. Desde el momento en que las familias reciben el diagnóstico, se inicia un largo proceso de búsqueda de empatía y aceptación de la sociedad, especialmente en el sistema educativo.
Si bien en Chile ha habido avances en términos de educación inclusiva y cada vez son más los establecimientos que aceptan la diversidad como norma y no como excepción, para estudiantes del espectro autista el ingreso al sistema de educación regular continúa siendo una barrera.
Entonces, para hablar de una verdadera sociedad inclusiva, debe haber un cambio de paradigma, desde lo clínico (por ejemplo, basarnos solo en el diagnóstico) a un paradigma social, es decir, enforcarnos en las necesidades de apoyo que pueda presentar una persona independiente de su condición. Está demostrado que el abordaje educativo desde la práctica inclusiva favorece el aprendizaje de habilidades sociales de todos los estudiantes, como la empatía, la resiliencia, la capacidad de diálogo y el trabajo en equipo. Por tanto, tener un grupo con características diversas, es un bonito desafío que nos lleva a entender que la diferencia es parte de la naturaleza humana por excelencia.