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La idea de los impuestos interregionales
Cuanto mayor sea la proporción de ingresos propios de los gobiernos regionales y/o locales para financiar sus gastos, éstos serán fiscalmente más responsables
Lunes 28 de enero de 2019
Los avances en materia de descentralización requieren diversos y variados esfuerzos. Parafraseando uno de nuestros típicos dichos, podemos plantear que es algo como “un trompo con varias cuerdas“. Una de ellas sin duda es avanzar en materia presupuestaria y fundamentalmente en impuestos regionales, con el objeto de contar con un tratamiento territorial más equilibrado y justo para cada una de las regiones.
Hablar hoy de impuestos regionales, es una de las materias ausentes y pendientes, en que se requiere del decidido concurso de los parlamentarios locales para lograr una sólida propuesta de financiamiento local y regional con responsabilidad fiscal.
Esto requiere, por lo tanto, romper con temores y prejuicios. Experiencias internacionales y literatura comparada nos indican que cuanto mayor sea la proporción de ingresos propios de los gobiernos regionales y/o locales para financiar sus gastos, éstos serán fiscalmente más responsables, argumento que debiera ser de principal interés tanto para el legislador, como para el Ejecutivo (Ministerio de Hacienda y Dipres).
Contar con una matriz de ingresos regionales permitiría a los Gobiernos Regionales decidir en función de los déficits y necesidades de sus territorios, con el conocimiento de las brechas y demandas de sus habitantes y no en función de indicadores y parámetros que de nivel central no responden a las expectativas de la gente, es decir, clara y objetivamente gracias a la descentralización fiscal es posible aumentar la eficiencia y transparencia en el uso de los recursos públicos.
Dado lo anterior, y ante la pronta elección del gobernador regional (hoy intendente) en octubre del 2020, será un gran desafío para nuestra región (del Biobío) y sus universidades contar con un centro de pensamiento estratégico regional que propicie espacios de encuentro, genere capital social, levante datos, sea un propulsor de políticas públicas regionales y observe de manera objetiva y transparente los procesos de rendiciones de cuenta de los recursos fiscales.
En nuestra realidad y alcance territorial las universidades no solamente tenemos la obligación de formar y ser partícipes de estos procesos, también es y será nuestro rol transformar a nuestra región en la verdadera capital regional de la descentralización, del conocimiento, la ciencia y tecnología.