Este lunes tendremos la oportunidad de ver un eclipse solar total de Sol en la región de La Araucanía y la zona norte de la región de Los Ríos. Este fenómeno ocurre cuando nuestro satélite natural se posiciona entre el Sol y la Tierra, bloqueando brevemente la luz que nos llega del Sol. Es un verdadero espectáculo de la naturaleza que nos recuerda lo pequeños que somos.

Podríamos recorrer mentalmente parte de la historia de la humanidad y su relación con la astronomía; desde el periodo en el que pensábamos que la Tierra era el centro del universo y que tanto la Luna como el Sol y las infinitas estrellas del firmamento giraban alrededor de ella, hasta que descubrimos que nuestro planeta no ocupa un lugar privilegiado en el universo y que sólo somos un planeta más del sistema solar girando en torno al Sol.

Con Newton, descubrimos cómo se comportan las órbitas de los planetas alrededor del Sol. Luego, con Einstein y su teoría de Relatividad General, comprendimos aspectos fundamentales de la naturaleza de nuestro universo: ¡descubrimos que tuvo un comienzo! y, también que existen los agujeros negros; cuerpos con una gravedad tan intensa que ni siquiera la luz pueda escapar de ellos. Además, descubrimos las ondas gravitacionales, resultado de eventos astronómicos tremendamente violentos como la fusión de agujeros negros, la cual puede emitir más energía que la luz combinada de todas las estrellas del universo juntas por breves instantes.

El universo que nos rodea es demasiado maravilloso para que sólo unos pocos podamos apreciar lo que hay más allá de nuestras fronteras naturales, y esto, no sólo es relevante culturalmente. A menudo se discute sobre lo poco que invierte nuestro país en ciencia, pues bien, ¿cómo podríamos justificar un incremento de la inversión en ciencia, si como científicos y científicas no hemos sido capaces de dar a entender la utilidad que ésta tiene en todos los aspectos?

El eclipse solar total del próximo 14 de diciembre es la ocasión perfecta para hablar de nuestro universo y de nuestro sistema solar. Para hablar de la posibilidad de vida en otros planetas e incluso para potenciar y desarrollar novedosas iniciativas de astronomía inclusiva e intercultural. Pero más interesante aún ha sido escuchar la respuesta de la gente, sentir el entusiasmo y esa sincera curiosidad por conocer. Esa misma curiosidad que a mí me llevó a ser lo que soy hoy.

Vea la columna en El Austral de Valdivia