Para la gran mayoría de los chilenos, el 18 de septiembre se asocia a una época de celebración, reuniones en familia y con amigos que, por supuesto, van acompañadas de un gran consumo de alimentos y bebestibles típicos. Éstos se caracterizan por sus sabrosas y tradicionales preparaciones, que nos llevan a consumir alrededor del doble o hasta incluso el triple de calorías que ingerimos diariamente, repercutiendo en la balanza con un par de kilos extras.

Según los últimos resultados del Censo (2017), alrededor del 11,4% de nuestra población son adultos mayores”, por lo cual surgen las interrogantes ¿cómo aborda la tercera edad esta celebración?, ¿necesitan tener precauciones nutricionales extras?.

La realidad nutricional de esta población, en la reciente Encuesta Nacional de Salud(2016-2017) señala que el 76,8% de los mayores a 65 años presenta mal nutrición por exceso, asociada a patologías crónicas no transmisibles, como diabetes Mellitus tipo 2, hipertensión arterial y alteraciones de lípidos sanguíneos, entre otros.

Precauciones

Si estos antecedentes los asociamos al gran consumo de carbohidratos simples, sodio, grasas de mala calidad y alcohol, damos pie a un inminente peligro en su salud. Por ejemplo, las masas en general, reposterías y bebidas azucaradas que se consumen sin control para esta fecha contienen un gran aporte de carbohidratos simples, que para un adulto mayor con diabetes Mellitus tipo 2 pudiesen ocasionar una descompensación en sus niveles de glicemia. Por su parte, el consumo de embutidos eleva la ingesta de sodio, micronutriente responsable de las alzas de presión sanguínea, entre otros.

En ese sentido, la nutricionista apunta que el consumo de ciertos alimentos relacionados con lo anterior debiese ser moderado, no necesariamente suspendido, pero sí consumirlos con mayor conciencia en cuanto a cantidades y repercusiones, ya sean empanadas, longanizas, alfajores, carnes rojas, vino y cervezas, entre otros.

Recomendaciones

Como recomendaciones generales, la académica menciona:

• Respetar horarios de alimentación, evitando ayunos prolongados e ingestas alimentarias en grandes volúmenes.
• No olvidar el desayuno y eludir por sobre todo las comidas muy tarde.
• Reemplazar el azúcar de la repostería (alfajores, pajaritos dulces, etc.) por endulzantes como la tagatosa.
• Dar prioridad a las frutas como postres.
• Preferir carnes magras o con menor cantidad de grasas, reemplazando los embutidos por pollo, lomo liso, posta o pescado.
• Incluir las ensaladas corno acompañante de los asados.
• Condimentar las preparaciones con aliños naturales, como el ajo, orégano, laurel, etc., evitando agregar sal innecesariamente.
• Evitar el consumo de bebidas alcohólicas, sobre todo los destilados.
• Para beber preferir siempre el agua, o jugos sin azúcar.

Así todos podemos disfrutar de esta celebración, manteniendo siempre en cuenta el cuidado extra que necesitan nuestros adultos mayores