- Usted está en:
- Portada / Columnas de Opinión / Priscila Candia
Cocina tradicional, cocina saludable
La comida típica chilena en general destaca por una adecuada combinación de carne y verduras, que al sumar una adecuada variación de los platos, así como las cantidades que se ingieren, contribuye a prevenir enfermedades crónicas no transmisibles de origen nutricional como obesidad, diabetes tipo II y cáncer...
Viernes 17 de abril de 2015
Desde el año 2008, nuestro país celebra el 15 de abril el "día de la cocina chilena", en su categoría de Patrimonio Inmaterial de la Nación. Surge con el ánimo de valorar los productos nacionales y las tradiciones culinarias del país.
Hace 50 años la alimentación en Chile se basaba en preparaciones producto de la mezcla obtenida de la tradición indígena y el aporte fundamentalmente de los españoles, culturas que combinaron sus alimentos, costumbres y hábitos alimentarios.
Es en el siglo XX cuando se hace presente una importante influencia de la reconocida comida francesa, y a partir de entonces se conforma lo que se conoce en la actualidad como "cocina típica chilena" la cual destaca por sus variados colores, ingredientes y sabores, efecto de la diversidad geográfica del país, desde donde nacen platos como ajiaco, caldillo de congrio, carbonada, cazuela, ensalada chilena, porotos con riendas, mote con huesillos, pantrucas, pebre, porotos granados, valdiviano, etc.
Sin embargo, en el espacio donde por excelencia la tradición culinaria se transmite, se expresa y se renueva, habita el patrimonio culi¬nario que hoy sufre el mayor riesgo de desaparecer frente a la ame¬naza uniformizante de la globalización, junto al ritmo acelerado de los tiempos actuales.
En este contexto, la comida rápida (papas fritas, hamburguesas, pizzas, etc.) ha ganado espacio causando efectos adversos para la salud. El exceso de sal, grasas saturadas, azucares y calorías aportado por este tipo de preparaciones, genera un impacto negativo en el organismo, el que puede ser exacerbado por la deficiencia de vitaminas, minerales y fibra, carentes en estas comidas.
Lo anteriormente expuesto nos conecta con "el ánimo de valorar los productos culinarios nacionales". Desde la perspectiva nutricional, la comida típica chilena en general destaca por una adecuada combinación de carne y verduras, aportando proteínas de buena calidad por parte de las primeras, vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, y que -al sumar una adecuada variación de los platos, así como vigilar las cantidades que se ingieren, respetando los tiempos de comida- nos conduce a una alimentación saludable, que contribuye a prevenir enfermedades crónicas no transmisibles de origen nutricional como obesidad, diabetes tipo II y cáncer, pandemia de los tiempos actuales.