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Restricción vehicular
Estudios a nivel internacional y local no solo evidencian que la efectividad de la medida para disminuir la contaminación atmosférica es más bien limitada, sino que ha decrecido en el tiempo.
Jueves 5 de mayo de 2022
Mayo trae consigo la activación de las medidas del plan "Santiago Respira" y con el la aplicación de las herramientas más cuestionadas del actual Plan de Descontaminación de la Región Metropolitana: la restricción vehicular.
Estudios a nivel internacional y local no solo evidencian que la efectividad de la medida para disminuir la contaminación atmosférica es más bien limitada, sino que ha decrecido en el tiempo, sobre todo hoy, en que nos enfrentamos a un aumento exponencial del parque automotriz, con ventas récord de vehículos. En 2021 se comercializaron 415.581 unidades de autos nuevos, un 60,6% más lo que se convirtió en el segundo año con mejor desempeño en la historia.
En tanto, la restricción vehicular afectaría a 700 mil vehículos (rige para los inscritos antes de 2011) para un parque automotriz que supera los 2,15 millones en la RM.
¿Conviene mantener una medida que parece no tener un efecto importante en la disminución efectiva de los gases contaminantes producidos por este tipo de fuentes móviles? Si no miramos a futuro, el debate será en vano. Es imperioso evaluar medidas que potencien la incorporación de vehículos eléctricos al mercado y definir mejoras del transporte público. De no tener como base una política pública en dicha línea, no podremos mitigar de manera importante los episodios críticos que se presentan cada año. Si a eso le sumamos la aún poca conciencia ciudadana en la prohibición en el uso de leña y la baja fiscalización, el daño atmosférico en la cuenca de Santiago seguirá siendo un inquebrantable círculo vicioso.