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Submarino argentino: exceso de CO2 y temperatura ambiente son el mayor riesgo de la tripulación
El director del Diplomado en Medicina Hiperbárica de la U. San Sebastián y ex oficial de la marina, Andrés Llarena, explica las condiciones en que podrían estar los 410 tripulantes trasandinos que están desaparecidos y cuáles son las reales posibilidades de ubicarlos.
Miércoles 22 de noviembre de 2017
La desaparición de un submarino argentino con 44 tripulantes al sur del Océano Atlántico hace una semana, tiene a la comunidad internacional expectante. Es que si bien estos accidentes pueden ocurrir, son poco frecuentes.
Actualmente existe muy poca información sobre su paradero, situación que se ha hecho más difícil porque este tipo de navegables están diseñados para ser difíciles de detectar ya que suelen participar en operaciones secretas de vigilancia. De ahí la preocupación y nivel de apoyo internacional que ha recibido Argentina para que sea ubicado.
Respecto a los tripulantes, la preocupación aumenta a medida que pasan las horas ya que la falta de oxígeno y las condiciones a la que podrían estar expuestos, hace que las maniobras para su rescate se vuelvan cada vez más complejas. El director del Diplomado Medicina Hiperbárica de la Facultad de Medicina U. San Sebastián, Andrés Llarena explica son varias las precauciones que se debe tener al momento de una inmersión de este tipo. A lo ya conocido -buen estado físico, condiciones metabólicas idóneas y excelente preparación-, se suma el que la dotación del submarino mantenga un bajo nivel de actividades, para así evitar mayor consumo de aire.
Al respecto, Llarena señala que “todo dependerá de qué fue lo qué pasó, ya que si ha fallado la batería, el pronóstico es malo. Sin una batería ellos no son capaces de mantener las mínimas condiciones habitables, no solo cantidad de aire, sino que temperatura, humedad, y ciertas variables que no podrían manejar. Entonces, ¿cuánto tiempo pueden esperar o pueden durar?, dependerá de saber lo que pasó y con qué capacidades tiene o se quedó el submarino”.
Según el especialista en submarinos en la marina de Estados Unidos, “este tipo de máquinas tiene capacidad de sacar el CO2. Los submarinos tienen sistema para absorber el CO2, pero eso no significa que tengan aire acondicionado, sino que son sistemas mecánicos, químicos o filtros que hacen que se pueda absorber el CO2 de tal manera de no estar respirándolo”, pero advierte que eso tiene una limitación de tiempo.
El doctor señala que el CO2, “produce varias alteraciones: puede producir arritmia, dolor de cabeza, somnolencia y si es muy severo, empieza a producir alteraciones graves en el sistema metabólico; es un envenenamiento lento. Esto porque es un gas que el sistema humano está acostumbrado a manejar, el problema son las dosis. Si son muy altas y permanentes en el tiempo empieza a producir daño importante”.
Respecto a la capacidad de oxigeno que pueda desarrollar el submarino, Llarena puntualiza que para limitar el consumo de oxígeno cuando navegan sumergidos, “hacen una mezcla de navegar con motor diésel y eléctrico: el primero es mucho más silencioso y como el submarino es un arma estratégica y su poderío como arma depende de no ser detectado, utiliza mucho en prácticas. El problema es que tiene que aflorar, no completamente a la superficie, lo que se denomina profundidad de Snorkel, que es para poder obtener aire: sacar una manguera –literalmente- y la proyectan hacia la superficie y obtiene aire para hacer funcionar el motor diésel y cargar y recargar las baterías. Si no hace eso, está condenado a no poder cumplir las funciones más básicas, como mantener la temperatura y la calidad del aire, es decir, un medio ambiente habitable. Aquí no sólo estamos hablando de que no pueda tener suficiente oxígeno, sino que es muy probable que si no tienen las comodidades, van a quedar a temperatura ambiente, o sea, a la misma temperatura que tiene el mar a la profundidad que están”.
¿Es posible un escape a la superficie?
Consultado sobre si un escape de la tripulación del submarino hacia la superficie es posible desde el punto de vista físico, el experto indica que si es por debajo de los 100 metros, “la verdad es que es muy difícil. Uno tiene que considerar que a los 100 metros se tiene 10 veces la presión atmosférica. Entonces a esa profundidad que se intente un escape, salir de una atmosfera diferente ya es desafío tremendo a la fisiología humano”.
Precisa que fuera de la nave a esa profundidad “no hay capacidad de respirar, aunque salgan con trajes y botellas de buceo. Esto porque el escape de submarino se realiza a pulmón.