En muchos destinos turísticos del mundo, el fenómeno de la masificación progresiva de las visitas, está generando saturación, deterioro en las relaciones sociales y rechazo de la comunidad local. Un destino debe ser sostenible, responder a las condiciones ambientales donde se localiza, satisfacer las necesidades de sus comunidades y de los visitantes y además ser rentable y contribuir al desarrollo económico.

Humberto Rivas, Geógrafo, Magister en Asentamientos Humanos y docente de la carrera de Ingeniería en Expediciones y Ecoturismo de la U. San Sebastián, enfatiza que el desafío es cómo crecer ordenadamente y en forma sustentable con nuestros destinos turísticos.

“Existe un interés y facilidad para viajar. Están los créditos bancarios y de multitiendas, las tarifas de baja temporada, los cuatro días de rebajas para las tarifas chilenas, el CyberMonday y las promociones de las agencias de viajes, además de la mayor oferta de las líneas aéreas y el crecimiento de los aeropuertos”, lo que ha generado este boom por el turismo, dice Rivas.

En el caso de Chile, basta observar  algunas cifras  para dimensionar  el crecimiento de los flujos turísticos hacia ciertos destinos. “Entre los años 2010 y 2017 y de acuerdo a las cifras de CONAF, en San Pedro de Atacama (Reserva los Flamencos) se triplicó el número de visitantes de 68.000 a 22 mil en siete años. Lo mismo sucedió en el Parque Nacional Vicente Pérez Rosales (Camino a Ensenada), donde la cifra pasa de 125 a 388 mil turistas. Algo similar ocurre con los Parques Conguillío y Chiloé, donde también se triplican los visitantes, mientras que en Torres del Paina, el aumento es del doble, desde 53 a 114 mil personas que concurren anualmente a este parque nacional”, explica Rivas.

En ese sentido, el académico señala que este escenario plantea un importante desafío y que tiene que ver con la forma “de acondicionar los territorios a partir de la gestión municipal y esto no sólo está relacionado con recursos económicos sino que con preparar el capital humano que trabaja en la planificación y administración de esos territorios en el área turística. No sólo en los destinos tradicionales, sino también en aquellos que hoy concitan la atención”

“En los municipios hay distintas funciones y prácticamente todas están vinculadas al turismo. Estamos hablando de las unidades de Aseo y Ornato, Planificación, Obras, Tránsito, Medio ambiente y Cultura, los que se vinculan directamente con turismo”, señala el docente de la USS.

Rivas agrega que “el mayor riesgo de abordar tardíamente esta preparación lo vemos hoy en Europa, con lo que se ha denominado la ‘turismo-fobia’ que refleja la reacción negativa de la comunidad local ante el crecimiento explosivo, sin una planificación oportuna del turismo”.

 El factor humano

Humberto Rivas indica que la “actividad turística afecta prácticamente todas las decisiones del municipio. Por eso se requiere de la implementación de un modelo para fortalecer la gestión y para que sea ordenada y coordinada entre los distintos municipios”.

Asimismo, precisa que por este motivo con financiamiento de CORFO y del Programa Transforma Turismo iniciaron un proceso de intervención piloto, en el Valle de Elqui, en las comunas de Vicuña y Paiguano, “donde se generaron ciertas competencias entre los distintos departamentos municipales en materia turística y ahora viene la etapa de implementación de medidas entre las que destaca el Comité de Turismo, que es un grupo de trabajo permanente para la gestión y toma de decisiones desde una perspectiva integral en materia de turismo”.

 Además resalta que este modelo de gestión, Sernatur lo está replicando a nivel nacional.

El docente asegura que son muchas las decisiones que se deben adoptar a nivel local y para eso se requiere de un modelo de trabajo que fomente la coordinación de los distintos departamentos municipales.

“Hoy se habla de destinos turísticos inteligentes, un concepto que conlleva la identificación oportuna y mediante el uso de tecnología, de las expectativas de los visitantes y sus niveles de satisfacción”, expone Rivas.

En ese contexto, el académico indica que el municipio tiene una función importante “en el fomento productivo y en la calidad de los servicios que aportan en un destino y constituye un gestor del producto turístico.