En un galpón que era utilizado como un camarín, junto a una cancha de fútbol en Melipilla, se contagió de Hantavirus un joven de 15 años que falleció producto del síndrome cardiopulmonar. Este es el primer caso en la región Metropolitana de 2015.

El Secretario Regional Ministerial (Seremi) de Salud Metropolitano, Carlos Aranda, aseguró que la investigación epidemiológica arrojó que el entorno del galpón donde se expuso el contagio, está rodeado por abundantes pastizales, malezas y un curso de agua.

Durante el 2015, 50 personas han sido contagiadas, de las cuales 20 han muerto, con un 40% de letalidad por parte del Hantavirus. Es por esa razón que el subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, hizo un llamado a aumentar la prevención frente al contagio. "Es importante reforzar las medidas preventivas porque esta enfermedad es mortal y a diferencia de lo que muchas veces se piensa, no necesariamente puede pasar en los lugares más lejanos o recónditos del país", aseguró la autoridad.

A su vez, el Seremi de Salud Metropolitano, Carlos Aranda, afirmó que "es muy importante reforzar nuestra campaña de prevención y recordarle a la ciudadanía los consejos para que eviten la enfermedad en los entornos campestres o rurales".

El subsecretario Burrows señaló que las personas que viven en zonas rurales o semi-rurales, deben mantener precaución especialmente cuando se van a acercar o entrar a lugares que han estado deshabitados por mucho tiempo, para evitar un contagio.

Además, aseguró que es importante ir a campings autorizados, tener un buen manejo con la basura en recipientes cerrados igual que los alimentos y mantener ventilados lugares que han estado cerrados por largas temporadas.

El Hantavirus es una enfermedad viral cuya principal fuente de propagación es el "ratón de cola larga", el contagio se produce por la inhalación de desechos biológicos de roedores portadores. La enfermedad tiene un periodo de incubación de una a tres semanas, con un rango de 3 a 45 días.

Además, éste se caracteriza por provocar fiebre, mialgias, y trastornos gastrointestinales, seguido por un inicio repentino de insuficiencia respiratoria e hipotensión. La enfermedad evoluciona de manera rápida hasta llegar a un cuadro de insuficiencia respiratoria grave y de shock.