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La principal promesa cumplida por la Unión Europea
Antes de la suscripción de los Tratados de Roma -que dan origen a lo que conocemos hoy como UE- no solo hubo guerras, sino que las más nefastas guerras de la historia. Estos Tratados lograron una unión económica entre sus miembros (Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo), con el objetivo de que esta interdependencia frenara cualquier posibilidad de enfrentamiento armado.
Miércoles 29 de marzo de 2017
¿Alguien podría imaginar que en estos tiempos se produzca una guerra entre los países de la Unión Europea (UE)? La respuesta indudablemente es no. Lo que no es tan obvio para muchos es que esto es así debido a la existencia del organismo.
Antes de la suscripción de los Tratados de Roma -que dan origen a lo que conocemos hoy como UE- no solo hubo guerras, sino que las más nefastas guerras de la historia. Estos Tratados lograron una unión económica entre sus miembros (Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo), con el objetivo de que esta interdependencia frenara cualquier posibilidad de enfrentamiento armado.
Hoy, exactamente 60 años después, la UE no solo ha logrado mantener la paz (por lo que se le otorgó el Premio Nobel de la Paz en 2012), y aumentar su membresía (pasando de 6 a 28 Estados partes), sino que ha avanzado a pasos agigantados desde una integración solamente económica a una también política. Ejemplos de ellos son el Parlamento Europeo, cuyos miembros son elegidos directamente por los votantes de la UE; y el principio de la libre circulación, a través del cual todo nacional de la Unión pude vivir, estudiar y trabajar en cualquiera de los Estados miembros.
Analizando todo lo que la Unión Europea ha logrado, y considerando que hay una larga lista de Estados que están haciendo todo lo posible por integrarla, ¿por qué alguien se querría ir? Reino Unido, a través de un referéndum, decidió abandonar el organismo, resolución que notificará al Consejo Europeo el 29 de marzo. Países Bajos estuvo cerca de elegir a un Presidente cuya promesa de campaña fue abandonar la Unión. Una de las principales contendoras en las próximas elecciones de Francia ha criticado fuertemente a la UE, y ha sostenido que quiere ‘liberar’ a su país del organismo.
Detrás del euroescepticismo existen diversos factores. Aunque lo más sencillo es culpar a los populismos nacionalistas, en esta celebración de los 60 años de los Tratados de Roma, Europa tiene que analizarse y pensar en su futuro. Hoy vivimos en la era de las comunicaciones, por lo que no solo tenemos que preocuparnos de lo que hacemos y decimos, sino que también de cómo lo ejecutamos y cómo lo informamos. La conservación de la paz a través de la interdependencia tiene asociado un sacrificio en términos de soberanía y un compromiso de obedecer a instituciones comunes.
Ese poder que los Estados entregan, es recuperado directamente por los individuos a través de los derechos que genera y asegura la Unión. Es, por tanto, el mensaje que debe comunicar la UE mostrando su visión el que debe cambiar, no la visión en sí misma. Es una mejor comunicación la que puede frenar mentiras descaradas como lo sostenido por Marine Le Pen: la Unión ha sido “un fracaso que no ha podido cumplir con ninguna de sus promesas”. La paz en Europa, la principal promesa de la UE, innegablemente se ha mantenido. Al menos hasta ahora.