- Usted está en:
- Portada / Columnas de Opinión / Erica Castro
Lactancia materna
Aunque los mecanismos no están totalmente aclarados, la lactancia materna reduce el riesgo de cáncer de mama, incluso en mujeres fumadoras.
Martes 11 de agosto de 2015
Sin duda los beneficios de la lactancia materna son numerosos para los niños/as. De ahí que su promoción exclusiva durante al menos cuatro meses y preferentemente seis, es una recomendación por las distintas organizaciones o redes de salud y de protección de la infancia.
La lactancia materna proporciona a corto y largo plazo beneficios que han sido científicamente demostrados para el niño/a, la madre, la familia y la sociedad, y cada día se suman nuevos descubrimientos. Sin embargo, la lactancia materna exclusiva durante los primeros meses de vida sólo alcanza a 35% de los niños/as, ya que la mayoría recibe otros tipos de alimentos o líquido durante sus primeros meses.
Pero, además del énfasis que se ha dado a la lactancia materna para disminuir la malnutrición y mortalidad infantil, en los últimos años se ha evidenciado cada vez más los beneficios de la lactancia para la mujer, tanto así, que el amamantar tiene un efecto protector que persiste en los años de la posmenopausia. En la última década se ha evidenciado la protección que la lactancia de al menos cuatro meses en forma exclusiva tendría hacia la prevención de algunos cánceres ginecológicos, diabetes tipo II y artritis reumatoide en la mujer.
Aunque hay pocos estudios que comparan la práctica de la lactancia materna para el cáncer de ovario, el riesgo de este cáncer parece ser menor en las mujeres que amamantan. En un estudio realizado en Noruega, más de 60.000 mujeres se siguieron durante 29 años. los investigadores analizaron diversos aspectos de la vida reproductiva y causas de muerte. Una mayor duración del período de amamantamiento se asoció con una menor mortalidad en el grupo de mujeres con artritis reumatoide.
Por otra parte, aunque los mecanismos no están totalmente aclarados, la lactancia materna reduce el riesgo de cáncer de mama, incluso en mujeres fumadoras. Las principales vías de protección serían dos: la diferenciación y madurez del tejido mamario que se produce con el amamantamiento y la reducción del número vida de ciclos ovulatorios, ya que se retarda el retorno de la menstruación.
El cáncer de mama es uno de los cánceres más frecuentes en las mujeres, y las tasas de incidencia han ido en aumento no sólo en Europa sino también en Chile. En el viejo continente se ha atribuido este ascenso a una fuerte disminución de las prácticas de lactancia. La reducción en el riesgo de cáncer de mama se estima en 2% para un aumento de 5 meses de lactancia/vida. Las mujeres que amamantan por períodos más largos, más se protegen contra el cáncer de mama.
Tan poderosas son estas evidencias, que la cuarta edición del Código Europeo contra el Cáncer recomienda: ''La lactancia materna reduce el riesgo de cáncer de la madre. Si puede, amamante a su hijo/a".
Se presentan nuevos desafíos entonces para promover la lactancia materna. El apoyo y asesoramiento que promueven esta práctica, deben estar disponibles de forma rutinaria durante el período prenatal, de tal forma de ayudar a las mujeres a iniciar la lactancia en el momento del nacimiento y asegurar que ésta quede totalmente establecida durante el periodo postnatal.