Migraciones e ITS

Un análisis especial amerita la migración de la población, especialmente de las personas blanco o que poseen estos microorganismos trasmitidos sexualmente en forma asintomática, que se van trasladando de un lugar a otro ya sea de una a otra área geográfica o dentro de una misma ciudad, generando toda una red de contactos.

Viernes 9 de junio de 2017

Migraciones e ITS
escrito por

Erica Castro, académica U. San Sebastián

El Instituto de Salud Pública de Chile, emitió recientemente dos informes de vigilancia que dan cuenta de un aumento de las confirmaciones de Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y de gonorrea en el país, misma tendencia que se ha observado en varios países europeos y en Norteamérica. ¿Qué factores pueden estar influyendo en este incremento? Hay varios aspectos que analizar, dentro de éstos: el aumento en el consumo de drogas y alcohol, la igualdad de género en el comportamiento sexual y un incremento notorio de relaciones sexuales ocasionales sin protección, especialmente adolescentes y población adulta joven.

Un análisis especial amerita la migración de la población, especialmente de las personas blanco o que poseen estos microorganismos trasmitidos sexualmente en forma asintomática, que se van trasladando de un lugar a otro ya sea de una a otra área geográfica o dentro de una misma ciudad, generando toda una red de contactos. Dentro de los grupos de adolescentes se describen personas en común con los/las cuales los/las adolescentes se inician sexualmente y que se ubican en discotecas, parques y pubs.

Dentro de la movilidad de la población, podemos mencionar también el mayor acceso a viajes de placer, dentro y fuera del país, con el riesgo de adquirir infecciones de transmisión sexual (ITS) de áreas templadas como el linfogranuloma venéreo entre otras. Así también en nuestro medio, recibimos mucha población flotante de paso, principalmente en las áreas portuarias, con el riesgo de ingreso de nuevas ITS y de cepas resistentes a los antibióticos.

 

Respecto al comercio sexual, la ley chilena obliga a las personas trabajadoras sexuales, independiente su sexo, a inscribirse en el Registro de Carné Sanitario del Ministerio de Salud, lo que otorga gratuidad en controles de salud sexual reproductiva en las Unidades de Atención y Control de Salud Sexual (UNACESS). No obstante, este carné no asegura que la persona se encuentra sana, libre de VIH y otras ITS, ya que los exámenes y los controles constituyen información confidencial de acuerdo al artículo 4 de la ley 19.779. De acuerdo a estos registros, existen cerca de seis mil personas trabajadoras sexuales en Chile. Pese a la cifra oficial, se estima que ese número representa poco menos de un tercio del total. De hecho ya el 2002, se señalaba que un alto porcentaje de trabajadoras sexuales del país, cerca de 60%, admitía no tener control sanitario.

Por otra parte, en los últimos años se ha visibilizado el incremento del comercio sexual callejero, y una forma distinta de prestar los servicios sexuales.  Así, ya éste no se tiende a ejercer en sitios establecidos, sino que la tendencia es contactarse vía web o aplicaciones telefónicas, lo que sin duda ha favorecido el alza del VIH y de otras infecciones transmitidas sexualmente. En este contexto, una revisión de la literatura, encontró que el trabajo sexual en la calle está asociado a una mayor prevalencia del VIH y al uso inconsistente del preservativo.

La búsqueda activa de casos entre los contactos de las personas con ITS es esencial para cortar la transmisión de éstas y prevenir la reinfección. Pero ésta no es una actividad fácil si no existen antecedentes concretos de la persona que pudo haber contagiado, como es en los casos mencionados. De ahí que, las campañas publicitarias sobre el tema no necesariamente han ido unidas a los cambios de conductas hacia una sexualidad saludable con énfasis en el autocuidado y valoración de riesgo.

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