Muchos son los factores que múltiples investigaciones han asociado al éxito de nuestros hijos en el estudio y a la posibilidad de que adquieran nuevos aprendizajes. Dichos factores dicen relación con el nivel cognitivo de los niños, la motivación con la que enfrenten el estudio, el autoconcepto académico, algunos factores relacionados con la escuela como la calidad de la interacción profesor alumno y, por supuesto, la familia, que es también un factor preponderante. ¿Pero cuáles son las variables familiares que, según la evidencia, se asocian más fuertemente al logro académico?

Durante los primeros años de escolarización se hace imprescindible que los padres logren establecer una organización para todo aquello que esté asociado al estudio, ya que de no crear estas rutinas diarias la tarea se torna muy difícil en los años posteriores. Para ello se deben crear rutinas en torno al orden de los materiales, la realización de tareas, los horarios de sueño etc. Por otra parte, están todas aquellas variables asociadas a la infraestructura física del hogar, es decir, posibilitar que el niño o niña cuente con un espacio, aunque sea pequeño, que le permita realizar sus tareas, idealmente un escritorio, y dentro de las posibilidades de los padres, que el niño tenga acceso a diferentes recursos educativos como libros, computador, material didáctico, entre otros.

Se ha asociado también al logro de los aprendizajes el involucramiento familiar en las tareas escolares, o sea, la posibilidad que tienen el papá, la mamá o algún hermano mayor de acompañar en la realización de las tareas en la casa. Es muy relevante que en los momentos en que podamos asistir a nuestros hijos en las tareas escolares elogiemos su buen desempeño o la finalización de la tarea, al igual que cuando obtienen pequeños logros en la escuela, ya que ello permite a los niños desarrollar una actitud positiva hacia el estudio junto con aumentar su motivación.

Por último, y no menos importante, hay un grupo de características denominadas familiares dinámicas que inciden fuertemente en el desempeño escolar, entre ellas se encuentra el apoyo familiar mencionado con anterioridad, pero también las expectativas que tengan los padres acerca de sus hijos. Es de gran importancia que los padres crean que sus hijos pueden desarrollar sus habilidades y talentos a través de la educación y logren transmitirlo a los niños, independiente de cuáles sean estos talentos. Aquello influirá en que nuestros hijos sientan que el estudio tiene un sentido para ellos.