El informe arrojó que más del 50% de los evaluados presenta sobrepeso u obesidad y que la obesidad severa tiene una prevalencia de 7,6%.

Entre sus principales resultados, se puede observar un preocupante aumento de la obesidad en los más pequeños. De hecho, son los niños de prekínder a primero básico los que muestran una peor situación nutricional, en dichos niveles la obesidad oscila entre el 28% y 29%, lo que significa un incremento en relación con años anteriores.

En cuanto a la distribución por género, los niños tienen una mayor prevalencia de obesidad que las niñas, en prekínder, kínder y primero básico. Las niñas, en tanto, tienen una mayor tendencia al peso normal y sobrepeso, en los distintos niveles educacionales.

En lo que respecta a los resultados por área geográfica, se aprecia que los establecimientos educaciones en sector rural muestran un 48% de malnutrición por exceso, mientras que los establecimientos en sector urbano arrojaron un 46%.

Los resultados anteriores reflejan lo grave del problema en Chile, en especial, por el aumento de la obesidad severa, la que está fuertemente relacionada con el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles, tales como diabetes, hipertensión y dislipidemias.

A su vez, desnudan que la vulnerabilidad social es un factor que influye directamente en el desarrollo de la obesidad. Esta información demanda una acción potente tanto de la comunidad como del Estado para poder abordarla, en que deberíamos considerar que las acciones que se desarrollen deben comprometer esfuerzos amplios e intersectoriales, incorporando tanto a la comunidad escolar como a la familia, con metas a mediano y largo plazo.