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Un nuevo año escolar con una vida saludable
Realizando actividad física se potencia la plasticidad neuronal, ayudando en todos los procesos que necesitan los niños y niñas durante su jornada.
Martes 12 de marzo de 2019
Este mes comenzó un nuevo Año Escolar y es importante mencionar que para el éxito en el ámbito académico la familia debe preocuparse no solo de que estudie, sino que tenga una vida saludable en base a una alimentación equilibrada y actividad física regular. De acuerdo a una serie de estudios, se ha demostrado que el ejercicio periódico produce una amplia variedad de beneficios en aspectos cognitivos que ayudan a las personas a mejorar su rendimiento académico.
Generalmente asociamos que el ejercicio y la actividad física tiene beneficios en aspectos fisiológicos, lo cual es verdad, pero dejamos de lado el beneficio que genera en aspectos como la cognición, la socialización y el rendimiento académico. Estudios de la Universidad de Illinois, mencionan que, a una mejor capacidad aeróbica, menor es la degeneración neuronal, lo cual permite a niños que realizan ejercicio, generar una mejor sinapsis y así colaborar en el proceso de integración de información que le entregan otras disciplinas como lenguaje, matemática, ciencias, etc.
Además, el realizar actividad física sistemática provoca mejoras en la memoria y atención en los trabajos solicitados. Otros estudios demuestran que, al momento de solicitar una acción al niño, no se activan zonas específicas del cerebro, sino muchas zonas que en conjunto generan la mejor respuesta a través del proceso de integración de la información; entre mayor es el número de sinapsis realizadas, mejor capacidad de respuesta tendrá la persona. A esto se le denomina “Plasticidad Neuronal”, la cual tiene su mayor desarrollo en la etapa pre escolar y primaria. Es por esto que realizando actividad física se potencia esta plasticidad, ayudando en todos los procesos que necesitan los niños y niñas durante su jornada.
Es por todas estas razones que dedicar un tiempo sustancial a actividades físicas, puede traer beneficios en el rendimiento académico de quienes forman parte de la comunidad escolar. Incluso, mirando a la persona como un ente bio-psico-social-ambiental, tendremos mejores ciudadanos que mantendrán una vida saludable y disminuirán los gastos asociados a salud por parte del Estado.
Dicho lo anterior, creo que es importante reconocer que existen argumentos suficientes para señalar que la inactividad física es un problema de salud pública que está asociado a un número creciente de patologías claramente identificadas. Pero también, la no práctica de actividad física no se relaciona exclusivamente a problemas de salud. Por mucho tiempo no se ha reconocido la importancia del ejercicio en otros contextos de la vida humana y esa mirada debe cambiar, sobre todo desde la infancia.