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¿Cuándo es recomendable el uso de los inhaladores?
No sólo se trata de su utilización, sino de su correcto uso ya que el mal empleo de los broncodilatadores puede generar efectos graves para la salud como mareos y palpitaciones cardíacas.
Martes 20 de junio de 2017
“Agítese antes de usar” es una de las recomendaciones fundamentales que aparece en los instructivos de los envases de los broncodilatadores y que muchas veces pasamos por alto al momento de usarlos.
Tampoco se toma en cuenta, la necesidad de incorporar una aerocámara a la boquilla del inhalador, que permite que la dosis necesaria del medicamento llegue al sistema respiratorio y no se pierda en el camino.
Coordinar la pulsación y la inspiración es el principal desafío de los pacientes y por eso se requiere de la correcta orientación de un profesional de la salud. La situación es más delicada particularmente cuando se trata de personas con cuadros de asma severos o con otras patologías que generan una obstrucción bronquial, como bronquitis aguda, neumonía o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
El inhalador actúa como dispositivo que suministra el fármaco en forma de partículas de polvo o líquido y que ayuda a dilatar los bronquios, facilitando el flujo de aire y auxiliando en la eliminación de secreciones.
Clarissa Gondim, académica de Química y Farmacia de la Facultad de Ciencia de la Universidad San Sebastián (USS), señala que “la forma correcta es a través de una aerocámara que sirve para contener el aerosol hasta que ocurra la inhalación. Después de su uso, se tiene que lavar con agua y dejar secar, para evitar la acumulación de partículas del fármaco inhalado y que podría elevar la dosis posterior cuando hay que aplicar el inhalador nuevamente”.
Los errores más frecuentes que se cometen es el uso de estos dispositivos directamente en la boca, lo que provoca que se pierda eficacia y que la dosis no sea la adecuada.
La académica indica que existen diferentes tipos de broncodilatadores como, por ejemplo, los agonistas beta adrenérgicos de acción rápida como el conocido Salbutamol, que ejercen un rápido efecto y ayudan a enfrentar los síntomas de la bronconstricción o estrechamiento de las vías aéreas.
También están los agonistas beta adrenérgicos de acción prolongada (Salmeterol, Formoterol) y proporcionan broncodilatación por al menos 2 horas.
Todos estos fármacos son seguros y efectivos. No obstante, tienen efectos secundarios como todos los medicamentos. Clarissa Gondim, advierte que si se sobrepasan las dosis prescritas, si se utilizan sin recomendación médica y que además, existen otras patologías de base como arritmias cardiacas, podrían generar reacciones adversas más exacerbadas.
La académica de la USS señala que cada enfermedad respiratoria tiene sus directrices clínicas y escalones de tratamiento diferentes.
Cuando se trata de infecciones por el Virus Sincicial Respiratorio (VRS), la académica explica que “la opción es tratar los síntomas generados producto de la baja de la saturación de oxígeno que ocurre sobretodo en lactantes y niños pequeños”. Y en caso que el paciente presente hundimiento de las costillas al inhalar, cianosis (labios con coloración azul o violeta) y muy obstruidos, los niños deben ser llevados de inmediato a un centro asistencial, porque seguramente requerirán de tratamiento con oxígeno y otros.