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Mauricio Hubermann y reglamento de Fármacos “Se están haciendo exigencias súper grandes a los privados, pero el Estado está bastante atrás en aspectos que hay que enmendar”
El presidente del Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile, destaca que con la Ley de Fármacos, se reconoció a las farmacias como centros de salud y, al medicamento, como un bien esencial de salud, pero subraya aspectos que aún están pendientes.
Jueves 10 de diciembre de 2015
-¿cómo evalúa el reglamento que hace operativo aspectos pendientes de la Ley de Fármacos?
En general participamos y nuestros requerimientos fueron escuchados. Sin embargo, hemos visto discusiones sin sentido de algunos parlamentarios que empezaron a hablar de las góndolas obligatorias cuando eso nunca fue obligatorio en el reglamento.
Esto fundamentado en que las farmacias pequeñas y medianas de lugares aislados trabajan con rejas, y no podrían instalar góndolas ya que no tienen ni mamparas. Esto sería exponerlos a un robo, por eso se dejó optativo.
-¿las condiciones para el fraccionamiento?
El fraccionamiento inicialmente se decía que era obligatorio, pero las condiciones para hacerlo eran muy difíciles, porque para tener un sistema de división que no causara daño a la salud y que no fuera un problema más que una solución, teníamos que tener escenarios adecuados para que funcionen. Y si uno mira las más de mil farmacias en Santiago, sólo 38 han podido tener recetario magistral, por lo tanto, era muy difícil que pudieran hacer fraccionamiento con las condiciones que hoy hay.
Pero a futuro, cuando la industria cumpla lo establecido en el DS/03, que señala 60 meses para tener dosis unitarias, ahí cualquier farmacia podrá tener el fraccionamiento, porque los blisters van a venir prepicados con toda la información. Hoy era imposible hacerlo porque con el tijereteo se pierde el lote, el vencimiento, nombre, miligramos, se pierde todo. No hay ninguna posibilidad de que se salvara la trazabilidad de los productos. Pero aquellos que tengan condiciones que lo hagan.
Almacenes farmacéuticos complementarios
La Ley de Fármacos establece que en aquellos lugares donde no hay farmacias, se podrán vender medicamentos a través de los establecimientos de salud. Para Hubermann es una buena idea, pero que necesita cambios para su implementación.
Los almacenes complementarios no tienen profesionales. En la última fiscalización del ISP a un botiquín, se vio que el libro de controlados tenía un año de atraso. Por eso se pierden cosas, la gestión es mala, no es la adecuada, hay fuga de medicamentos y tenemos que poner más dinero para fondos establecidos. Porque muchos de esos fármacos se están robando, no hay profesionales, gestión, ni quien los cuide, no hay bodegas habilitadas porque están mezcladas con otras cosas.
Hay vacíos en nuestra legislación, se están haciendo exigencias súper grandes, control de calidad, certificación a los privados, pero el Estado está bastante atrás en algunos aspectos y eso hay que enmendarlo. Pedimos que los hospitales base tengan farmacias y químicos farmacéuticos. No podemos seguir con estos botiquines en donde no hay control de los productos psicotrópicos ni de los demás.
Regular botiquines
Hay que llegar a un acuerdo, y entendiendo que no se pueden cambiar todos los botiquines de golpe, deberíamos hacer un programa con compromiso de cambios de 50 botiquines anuales, con la prioridad de los 52 puntos donde hoy no hay farmacias ni almacén. Partir por esas postas o centros de atención donde se instalará una farmacia y un farmacéutico. Hoy hay que diseñar un mecanismo donde asumamos compromisos, el acceso se mejore, y la gestión en el sistema público cambie, para no tener que invertir dos o tres veces en los mismos productos que se pierden.
Prescripción por parte de otros profesionales de salud
Nos parece pésimo. Eso es lo que pasa en los botiquines cuando el práctico de farmacia está con licencia, mandan a cualquiera y se equivocan en despachar los medicamentos. Se puede confundir, en vez de entregar un medicamento para la alergia, le doy para la diabetes, le bajo la glicemia y lo mato.
Aunque tengan preparación en otras áreas, ellos no manejan las dosis, a veces ni los médicos manejan las dosis adecuadas de medicamentos, fuera de lo que tratan cotidianamente. Nos parece una aberración que dejen a cualquier persona a cargo de eso. Además se suma la falta de información para los pacientes y la consiguiente mala adherencia.
Asociación de municipios unidos por farmacias
Este viernes se presentará la iniciativa que reúne a un centenar de municipios que pretenden acceder a mejores precios y negociar directamente con los laboratorios o vía Cenabast.
-¿prosperará la iniciativa de las farmacias populares?
Es excelente para disminuir el gasto de bolsillo, porque está orientado a un grupo de medicamentos. No pueden vender productos asegurados en los programas que son casi el 70 u 80%.
Es muy loable que se junten para obtener acceso, pero veo difícil que funcione si no pagan la deuda millonaria con CENABAST, institución que tiene una cobertura parcial y que con este aumento de demanda no sé si van a ser capaces.
Las municipalidades no tienen sistema de distribución para hacer estas compras, no sé dónde van a hacer bodegaje, o quién les va a hacer la distribución. Además van a tener que pagar por eso, y esos son más costos.
Yo pongo a la farmacia de Recoleta a vender en la calle con el capital que hoy tienen, y no duraría un día, porque pasaría diciendo no tengo, no tengo. No duraría ni un día.
Es muy distinto comprar para el gasto de bolsillo los productos para 5 personas, que tenerla abierta para todas las necesidades de la gente.
Etiqueta con precios
Es una aberración que puso el Senador Girardi, diciendo que con eso se iba a inhibir a las farmacias de subir los precios. Este señor no conoce nada la historia de las farmacias en Chile, en los años ‘80 se usaban etiquetas y nunca evitó el alza de precios. El sistema de las cajas abulta los costos del local, y lo más probable es que lo termine pagando el público, subiendo algún porcentaje. Y lo peor, que la etiqueta no representa el precio final, solo el valor de lista.
Creo que lo que sería efectivo es que el principal comprador, el Estado, entregue las pautas de hacia dónde queremos ir. Por ejemplo, Cenabast debería realizar licitaciones extranjeras, faltan 60 principios activos y los deberían estar importando. Pero a diferencia de la capacidad de gestión y el movimiento que uno debería ver, porque incluso podrían estar trayendo productos sin registros como sale en el papel, suena todo muy bonito, pero en la práctica, uno ve que no es así.